NÁPOLES (DPA).- A pesar de una sucesión de medidas de emergencia en los últimos meses, la crisis de la basura en la ciudad italiana de Nápoles y en toda la región de Campania continúa agudizándose.
La noche del viernes al sábado, los bomberos tuvieron que apagar más de cien montañas de basura incendiadas por los habitantes cansados de la situación. Los bomberos están sobrecargados de trabajo y no pueden seguir el ritmo del creciente número de incendios.
En el barrio de Barra, junto a la playa, fueron lanzadas piedras contra los bomberos en presencia de un equipo de televisión. "También a nosotros nos atacan por las montañas de basura en las calles", dijo un bombero. "Esta no fue la primera vez que intentaron atacarnos. Y me temo que tampoco será la última".
El aumento de las temperaturas hace que el problema del olor de la basura sea cada vez más insoportable. En las calles de la ciudad, se amontonan actualmente hasta 5.000 toneladas de basura.
En el momento más grave de la crisis, en enero, llegaron a ser hasta 7.000 toneladas. En algunas calles, las montañas de basura tienen cientos de metros de largo. Las protestas de los ciudadanos en Nápoles también se dirigen contra el plan de la comunidad de instalar otro depósito de basura en las afueras de la ciudad.
El nuevo primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, prometió que la crisis de los residuos será una prioridad de su política y que tratará el problema el próximo miércoles con su gabinete en Nápoles. Hace poco, la Comisión de la Unión Europea demandó al gobierno italiano por la crisis de la basura, de manera que Italia puede ser condenada a pagar una multa millonaria.