CÓRDOBA (DyN) - El director de Procuración Fiscal de la Municipalidad de Córdoba, Damián López Brandenburg, admitió que tuvo que pagar una multa de 400 porque al pasar en su automóvil por un control policial lo pararon y percibieron que tenía aliento a alcohol y el carné de conducir vencido.

López reconoció que había bebido la noche anterior al episodio ocurrido el viernes por la madrugada, aproximadamente a las 6:45 en las cercanías de la esquina de Mariano Moreno y Duarte Quirós, a pocas cuadras del centro de la ciudad de Córdoba.

"Ayer me levanto y voy a buscar a mi hijo para llevarlo al médico. Antes tenía una reunión familiar, iba circulando frente a la Policía Municipal, no es que había un control de alcoholemia. Se para un auto delante mío, pego un volantazo y freno y se sube a la vereda", relató el funcionario.

Agregó que "los policías salen de su lugar por el choque menor y el inspector me dice que tengo aliento a alcohol. Van a buscar la máquina que mide. Soplé y no lo registraba. Cambiaron la pipeta tres veces", contó. Luego aclaró que el inspector le solicitó el carné de conducir y admitió que lo tenía vencido "por dos días".

"Esto le puede pasar a cualquier ciudadano", señaló el funcionario cordobés a radio Mitre. Posteriormente, según dijo, el auto le fue retenido "pero no puedo haber tenido alta graduación alcohólica", explicó.

"No tengo problemas de que me pongan sanción porque no quiero usar mi función para nada", opinó. López de Brandeburg negó de manera tajante haber conducido su auto de manera zigzagueante y peligrosa, tal como trascendió.