PARÍS (AFP) - En un momento en que la comunidad internacional afronta una grave crisis alimentaria, los representantes de 191 países inician mañana en Bonn (oeste de Alemania), bajo la égida de la ONU, un maratón de dos semanas de debate sobre la destrucción de recursos animales y vegetales.
La conferencia será la novena de los países miembros del Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica (CDB), que fue adoptado en 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro.
El encuentro está llamado a dar un nuevo pistoletazo de salida, advirtió la canciller alemana, Angela Merkel, ya que los compromisos del Convenio de Río no han sido respetados, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente .
Mientras tanto, el tiempo apremia: el CDB se ha fijado como objetivo reducir significativamente de aquí a 2010 el ritmo actual de empobrecimiento de la biodiversidad. La última lista de especies amenazadas establecida por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) revela que un mamífero de cada cuatro, un ave de ocho, un tercio de los anfibios y el 70% de las plantas están amenazados.
La proliferación de especies invasoras, favorecidas por los intercambios comerciales, el turismo y las prácticas agrícolas, así como el calentamiento climático son señalados como las causas.
Desde hace un siglo, la agricultura pivota sobre tres productos de base, el arroz, el trigo y el maíz, en detrimento de los demás, una dependencia que incrementa los riesgos de crisis alimentaria, destaca Ahmed Djoghlaf, secretario del CDB.
Se espera que los participantes de la conferencia de Bonn establezcan una hoja de ruta para cerrar de aquí al 2010 la negociación de una serie de normas sobre el acceso a los recursos genéticos y el disfrute equitativo de sus utilidades.