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El tiempo se acaba para los sepultados entre escombros | ||
Ayer hubo una réplica del terremoto en el centro de China | ||
MIANYANG, China (AFP, AP, DyN) - Los gritos de los supervivientes que surgían ayer de entre los escombros servían para recordar que se acaba el tiempo de salvarlos y evitar que se agrave el saldo del terremoto que azotó el centro - sudoeste de China y que las autoridades estiman en 50.000 muertos. Cuatro días después del terremoto, ayer fueron rescatadas 17 personas con vida de entre los escombros de un edificio oficial de la ciudad de Beichuan. Ayer también se produjo una réplica a sólo 50 kilómetros del epicentro del sismo del lunes, provocando nuevos corrimientos de tierra que hicieron algunas carreteras impracticables y complicaron aún más las tareas. Por otro lado, se comentó que el gobierno está preparando planes de evacuación por la creciente inquietud de que las presas se hundan si siguen las lluvias. Las estimaciones de lo que finalmente arrojará la tragedia, aun desde esferas oficiales, aventuran que la cifra podría superar los 240.000 muertos del terremoto de 1976. El primer ministro Wen Jiabao dijo que se trata del terremoto "más destructivo" sufrido desde la fundación de la República Popular China en 1949 Los primeros equipos de rescate extranjeros llegaron a la zona del desastre para sumarse a la frenética -y cada vez más desesperada- búsqueda de vida entre las montañas de ruinas en que se han convertido casas, escuelas, fábricas, ciudades enteras. Acompañados de perros rastreadores y equipamiento especial, estos expertos extranjeros -japoneses, rusos, surcoreanos y singapurenses- son los primeros que acepta Pekín para ayudar en un desastre natural. "Las labores de rescate del terremoto han entrado en su fase más importante", dijo el presidente Hu Jintao tras llegar a Mianyang, una de las ciudades más afectadas por el temblor de 7,9 grados en la escala de Richter. La escala del sismo -que se sintió en lugares tan distantes como Tailandia y Vietnam- queda más clara a medida a que los socorristas van llegando a zonas remotas aisladas por los corrimientos de tierra. La televisión pública, citando a los coordinadores nacionales de asistencia, dijo que se estima que hay más de 50.000 muertos, además de los 4,8 millones de personas que se quedaron sin casas, según las autoridades de Sichuán. Respondiendo al enojo de la opinión pública, el ministro chino de Vivienda abrió una investigación sobre la fragilidad de las edificaciones y prometió castigos severos si se descubre que eran de mala calidad. La empresa Telefónica anunció en la Argentina que donó un fondo por valor de 10 millones de yuanes (aproximadamente un millón de euros) para ayudar a paliar los devastadores efectos del terremoto . A su vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desbloqueó siete millones de dólares para ayudar a China tras el mortal terremoto que sacudió la región de Sichuan, anunció ayer su portavoz, Michèle Montas. | ||
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