El senador nacional por el PJ rionegrino Miguel Pichetto, se repone de una dura indisposición digestiva que obligó a internarlo durante unas horas en el Hospital Alemán de la Capital Federal.

Todo comenzó el martes, cuando en su despacho del Senado de la Nación Pichetto comenzó a sentirse mal. Inmediatamente y por sugerencia del servicio médico de la cámara alta, fue trasladado al Hospital Alemán, distante unas 30 cuadras.

Horas después abandonó el lugar bajo prescripción médica de realizarse una serie de análisis y replegarse por al menos unos días de eso que Leandro N. Alem definía como la "circunstancia áspera y furiosa que es la política".

Hombre de dieta inclaudicablemente rígida desde su cuna -verduras, mucha sopa y cero de alcohol-, Pichetto esperó el fin de semana replegado en su domicilio porteño del barrio de Boedo, horas que pasa entretenido en la lectura de una nueva edición comentada por Arnold Toynbee del "Memorial de Santa Elena", de Napoleón Bonaparte, que junto a Konrad Adenauer y Winston Churchill forman parte de la galería de ídolos atesorados por el senador.

Cabe señalar que la indisposición le impide asistir a las elecciones comunales de Bariloche que se realizarán mañana, donde todas sus fichas están puestas a favor del candidato del Frente para la Victoria, Darío Barriga.