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Saiz padeció la espera para que lo atendieran en el "Zatti" | ||
VIEDMA (AV).- Era cierto. El acceso a la salud pública es complejo y lento. Así, habrá reflexionado el gobernador Miguel Saiz después de una espera de más de media hora en la guardia del hospital Artémides Zatti. "No podemos fallar en esto cuando la atención es buena", comentó el mandatario a su equipo después de su experiencia en la noche del lunes en el nosocomio de la capital provincial. Pasadas de las 23, el mandatario llegó a la guardia del Zatti por un sangrado en la nariz. Una docena de personas esperaban. Ante la ausencia de profesionales, una señora comentó que estaban de paro y lo justificaba en la posición de la banqueta de la guardia. No era así. Los médicos y enfermeros estaban cenando. Saiz -que llegó acompañado por Gustavo Heredia- prefirió no llamar y se dispuso a esperar con el cronómetro. Pasada la media hora apareció un médico que convocó "al que sigue". Para entonces, el gobernador se había comunicado telefónicamente con algún colaborador para pedir la presencia del director del hospital, Gonzalo Toudaian. El profesional estaba en la guardia de terapia intensiva en ese momento, entonces no tardó demasiado en salir a la búsqueda del mandatario. Obviamente, lo hizo con marcado nerviosismo. Saiz -con una obstrucción nasal- seguía esperando. Fuentes hospitalarias dicen que la permanencia "sólo fue de 20 minutos". Como cualquier paciente, el gobernador no ocultó su malestar por la demora y así se lo transmitió al director Toudaian y a otros profesionales. Su cuestionamiento se centró en la actitud, pero siempre defendiendo la atención hospitalaria. No puede ser que nadie "contenga" a la gente cuando espera por un médico, insistió Saiz, resaltando la presencia de otros dolientes que esperaban por más de una hora. Los registros consignan que a esa hora tres médicos estaban en el servicio. Toudaian intentó cierta justificación. "Aquí se atiende en la guardia más de 180 personas por día", se defendió. "No digo que no trabajen, sino que hablo de actitud y de contención", habría respondido el mandatario. En la conversación, el gobernador recomendó al director que se disponga de un administrativo en el ingreso para informar y establecer prioridades entre los pacientes. Así, Saiz afrontó personalmente la mayor carencia del servicio de salud pública: las dificultades y la demora en el acceso a la atención. El mandatario admitió el martes esa falencia a sus colaboradores. "No puede ser que fallemos en eso", concluyó después de esa experiencia como paciente al hospital. Curiosamente, el gobernador estuvo en el hospital mientras que los agentes y médicos del nosocomio adheridos a ATE reiteraron ayer sus reclamos para lograr una audiencia con las autoridades provinciales, especialmente con la ministra de Salud, Cristina Uría. Enmarcada en la protesta, parte del personal del hospital Zatti cortó ayer el tránsito en las calles Rivadavia y Guido, durante una hora. | ||
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