Sábado 17 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 10 y 11 > Politicas
ESCENARIO: Dos climas decisivos

Hay dos climas que preocupan en las horas previas a la definición del próximo intendente de Bariloche.

En primer lugar, el signado por la naturaleza. El pronóstico meteorológico anuncia lluvia y hasta la posibilidad de nevadas para las próximas horas en la región cordillerana.

Y en una ciudad de geografía compleja para el tránsito acelerado que imponen las elecciones, con lugares de votación concentrados en el centro y la consecuente obligación para muchos de recorrer largas distancias, nadie duda que una precipitación persistente reduciría los niveles de concurrencia a las urnas.

Pero se puede hilar más fino para saber quiénes son esos barilochenses que se quedarían en su casa.

La lógica llevaría la mirada hacia los sectores sociales carenciados, en su mayoría sin medios de transporte propios, con barro y nieve imperando delante de sus viviendas y menor acceso a la información sobre derechos y obligaciones en democracia.

Error. Las distorsiones comunes a la política argentina sumadas a la particular composición de la sociedad local hacen que en Bariloche el sistema funcione de otra manera.

Así se refleja en el diálogo con dirigentes de distintos partidos.

"La gente de los barrios va a votar, porque la llevamos nosotros. El problema es la clase media. Si la lluvia y la nieve se conjugan con la apatía de ese sector acomodado de la sociedad barilochense, que no quiere saber nada con todo lo que tenga que ver con la política, no tengas dudas de que se quedan todo el domingo adentro de su casa", se sinceró un referente del radicalismo.

Y acota que "es un problema, porque una expresión de esas características en los barrios del Oeste (donde se concentra la clase media) te puede hacer caer el número de votantes en 4.000 personas y los sondeos previos marcan que hay un margen muy chico entre los principales partidos. Habrá que ver entonces quién pierde más entre esos votos".

Ese otro "clima", signado por el desinterés de una importante franja social sobre la actividad política y del municipio, quedó reflejado en las elecciones locales del 1 de julio pasado. Con frío, pero sin lluvia ni nieve, apenas votó un 60,69% de los 68.498 habilitados.

Un largo debate podría abrirse sobre las responsabilidades en la construcción de esa abulia en una ciudad con el potencial económico que tiene Bariloche.

Una alta dirigente de una tercera fuerza aporta su visión y afirma que durante años el imaginario de los partidos mayoritarios dividió a la sociedad entre "clientes" e "indiferentes", sin preocuparse por modificar los parámetros en la relación con cada uno de ellos.

Ahora bien, oficialistas y opositores, mayoritarios y minoritarios, coinciden en una cosa: la suerte está echada para ellos. Nadie podrá cambiar de hoy para mañana el humor social.

Y mucho menos el mandato de la naturaleza para esta parte del planeta.

HUGO ALONSO

halonso@rionegro.com.ar

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí