SAN ANTONIO OESTE (Especial).- Los padres del jardín maternal municipal y los integrantes de la junta vecinal del barrio en que funciona el establecimiento, que desde hace 10 años es usurpado parcialmente por una vecina de la localidad, manifestaron que en una reunión con la secretaria de desarrollo social del municipio, Anahí Valverde, la funcionaria los instó a desalojar por la fuerza a la mujer, mencionando que luego de esta acción ella se haría cargo de la situación.

Estas declaraciones fueron realizadas por los padres del jardín "Las Ardillitas Traviesas" y los vecinos del barrio Cruz del Sur en la movilización en demanda por la desocupación del predio. Entre sus alternativas incluyó una reunión con el secretario de Gobierno Leandro Michelli y una recorrida por las instalaciones del jardín.

"Como el intendente Iud no estaba, nos reunimos con Michelli que nos aseguró que el próximo lunes él se entrevistaría con la mujer que ocupa parte del edificio. Además fijamos una audiencia para el martes en la que se nos informará acerca de lo que ocurra en ese encuentro", manifestó Fabiana Huinca, una de las mamás que reclama.

Sin embargo, la polémica se desató cuándo Carlos Briones, el esposo de Huinca, acompañado de dos integrantes de la junta vecinal manifestó que en una reunión previa a este encuentro, que se llevó a cabo el jueves en el jardín maternal y de la que participó la secretaria de Desarrollo Social, la funcionaria les aseguró que resolvería de inmediato la situación habitacional de la ocupante ilegal si ellos lograban echarla del lugar.

"Valverde nos recomendó que esperáramos a que la mujer abandonara la casa que ocupa dentro del jardín, y que en ese momento entre padres y vecinos acarreáramos hasta la vereda tratando de no romper nada y que después cerráramos el lugar para impedir su ingreso y llamáramos a la policía, que de lo que ocurriera después con la señora se iba a ocupar ella", manifestaron los vecinos.

Según el padre "lo que nos remarcó la funcionaria es que hiciéramos esto lo antes posible y que no habláramos con la prensa, porque eso sólo iba a complicar las cosas, y que cuándo la mujer finalmente estuviera fuera del jardín contratáramos a una empresa de seguridad privada, para evitar que esta situación volviera a repetirse".

Tanto padres como vecinos, mencionaron qué "en nuestra desesperación íbamos a hacerle caso a Valverde, pero después tuvimos miedo de lo que pudiera pasar, ya que si la mujer reaccionaba mal o la situación se ponía violenta íbamos a ser nosotros los culpables de lo que ocurriera".