Sábado 17 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Internacionales
La tensión entre los países andinos marcó el encuentro
Sigue la polémica por los archivos de las FARC.

LIMA (AFP) - Las acusaciones de Colombia contra Venezuela y Ecuador sobre nexos con las FARC calentaron este viernes la Cumbre América Latina-Unión Europea en Lima, donde se oyeron llamados a la calma, aunque el presidente venezolano Hugo Chávez dijo que no había condiciones para hablar.

La crisis diplomática estuvo presente -fuera de agenda- en la Cumbre luego de que Interpol divulgara el jueves un informe en el que certificó que no hubo alteración de archivos electrónicos de la guerrilla de las FARC, sobre los que Bogotá sustenta su denuncia contra Caracas y Quito.

Chávez señaló que "no hay condiciones" para hablar con el presidente colombiano Álvaro Uribe sobre la crisis, en tanto que su par ecuatoriano Rafael Correa lo acusó de deteriorar las relaciones en la región con "calumnias".

"No hay condiciones para hablar con Uribe, para hablar con él tendría que bajar a un pantano", dijo Chávez, quien llamó al presidente colombiano de "pregonero de la división" en América Latina.

En tanto el presidente ecuatoriano Rafael Correa entró también a la polémica al insistir que la relación bilateral con Uribe se ha deteriorado aún más "por la actitud de Colombia de seguir calumniando'' y coincidió en juzgar como un show orquestado por Colombia la presentación de un informe de Interpol

"Interpol ha dicho de manera contundente que Colombia no alteró los computadores, que la Policía procedió con toda transparencia", afirmó Uribe en Lima. Uribe señaló que las FARC deberían liberar, du

rante la Cumbre, a la franco-colombiana Ingrid Betancourt y al resto de secuestrados en su poder.

El primer ministro francés Francois Fillon se reunió ayer por separado con los mandatarios de Colombia y Venezuela con el fin de reanudar los diálogos para lograr la liberación de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, un asunto que consideró "debe estar más allá de los problemas en la región'', dijo. Los países deben ``dejar los intereses personales de lado'', agregó

En medio de la polémica, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmó su respaldo a Uribe y señaló a la guerrilla de las FARC como el responsable de la crisis diplomática. No obstante abogó por un entendimiento y "que se recupere una base de confianza" entre los tres gobiernos, y exhortó a los demás países a hacer llamados a la "prudencia".

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