CIPOLLETTI (AC).- Hace dos años, un incendio destruyó totalmente la máquina de moldeo que hacía estuches para huevos en Hartmann PPM. Ayer Sanovo, el grupo danés que adquirió aquella firma en Cipolletti, inauguró una nueva nave con una maquinaria moderna, superior, que les permitirá incrementar la producción e incluso ver más posibilidades en el mercado exterior.
El acto se realizó ayer al mediodía, con la presencia de autoridades de la empresa y el embajador de Dinamarca en Argentina, Henrik Brahmsem Hahn.
Sanovo Greenpack Argentina es una empresa integrante del Grupo Thornico, de Dinamarca. En el 2007, como parte de una estrategia de crecimiento global, adquirió Broedene Hartmann A/S, con sus tres plantas industriales en América del Sur dedicadas a la fabricación de envases de fibra de papel moldeada. Dos de estas instalaciones estaban en Brasil y una en Argentina: en Cipolletti.
Cuando la operación se concretó hacía muy poco tiempo que la planta asentada a la vera de la ruta 151, había sufrido un incendio de envergadura, que la despojó de una de las máquinas importantes para fabricar envases. Tenían dos y quedaron limitados en su producción, al tener que manejarse sólo con una.
Pero hace unos quince días, a casi un año del pase de la fábrica a Sanovo, comenzaron a probar la nueva tecnología, que se presentó ayer. Se trata de una máquina fabricada en Dinamarca, "de mayor capacidad de producción y que producirá envases con un nuevo diseño, con matricería totalmente renovada, lo que significa una muy buen calidad del estuche", destacó Hugo Sarano, gerente general de Sanovo Greenpack Argentina.
Esta máquina producirá estuches y maples para huevos. Por tener una capacidad superior -produce "un 50% más" que la que se quemó-, permitirá que la otra máquina de moldeo pueda ser utilizada para contar con más bandejas de manzanas. "Se va a incrementar tanto la producción de envases para huevos como de envases para manzanas", destacó Sarano. Son los tres productos que tienen: estuches y maples para huevos y bandejas para frutas.
Para poner en marcha la nueva tecnología, construyeron una nave industrial nueva, de 2.500 metros, en un lugar distinto al que tenía la que se quemó. Aquel espacio, ubicado más cerca del ingreso a las instalaciones, se utiliza ahora como playa de papel.
Las autoridades de la firma prefirieron no precisar a cuánto ascendió la inversión. Se limitaron a decir que fue "muy grande, millonaria".
Los estuches que se producen en Cipolletti se comercializan básicamente en el mercado interno, aunque tienen algunos clientes también en Uruguay. "No estábamos exportando porque nuestra capacidad de producción estaba bastante limitada, pero a partir de ahora, con la instalación de esta nueva máquina, es probable que empecemos a ver algunas posibilidades en el mercado externo", adelantó Sarano.
En su discurso de ayer, el gerente general destacó que el proceso -que utiliza papel de diario- "es absolutamente ecológico". Dijo que la planta tiene la certificación ISO 14.001, de medio ambiente. "Nuestras máquinas no contaminan", enfatizó.
En el acto, además del embajador de Dinamarca, estuvieron Ernesto Schönbrod, presidente de las operaciones en América del Sur del Grupo Sanovo; Helge Fillipsen, miembro del directorio del Sanovo, entre otros.
