NEUQUÉN(AN).- Más de un millar de estudiantes secundarios de esta ciudad y Centenario salieron ayer a la calle para expresarle al gobierno sus reclamos en materia de infraestructura y viandas y en demanda de más presupuesto para el sistema educativo.

La manifestación, que incluyó el respaldo del gremio docente ATEN y los obreros de la ex Cerámica Zanon, y surgió luego de una serie de planteos que las escuelas expusieron durante los dos últimos meses, arribó a la Gobernación, donde un grupo de alumnos fue recibido por el ministro de Gobierno, Educación y Cultura, Jorge Tobares, algo sin precedentes en el contexto de protestas estudiantiles durante los últimos años.

El principal planteo que expusieron es el de la normalización de la entrega de viandas y la construcción de comedores para unos 20 establecimientos representados por la Coordinadora de Estudiantes Secundarios y la Central Única de Estudiantes Secundarios.

Luego de una hora de reunión, Tobares les planteó a los alumnos que se entrevistaron con él que conformen una comisión que represente al grupo de escuelas, para así comenzar un plan de trabajo en búsqueda de las soluciones.

La multitudinaria protesta, que dio varias vueltas a la cuadra de la sede del gobierno provincial, fue la más grande protagonizada por alumnos durante los últimos meses, y demostró el malestar imperante en las escuelas con pintadas en los muros del edificio de calle La Rioja.

Al ministro los estudiantes no le dieron una respuesta certera. Se fueron al Consejo Provincial de Educación (CPE), donde realizaron una gran asamblea frente al acceso del organismo.

Colocaron banderas, y se repartieron en las escalinatas y el patio interno del Consejo.

Sara Seguel, alumna de la EPET 14, anticipó que la respuesta al gobierno se daría a principios de la semana próxima, y que serán las asambleas las encargadas de responder si aceptan sumarse al diálogo con los funcionarios del área educativa.

Tomás Bergero, otro de los estudiantes que participó de la protesta, afirmó que la movilización también fue para rechazar el plan de municipalización de las obras escolares, instrumentado por la provincia a principios de año.

Sectores del estudiantado sostienen que con su aplicación la provincia se desentendió de refacciones en establecimientos, sobre todo en instituciones del interior, donde el grueso de las comunas aceptó quedarse con las obras, con el apoyo financiero de la provincia. Hay casos emblemáticos de escuelas afectadas por estos problemas, como el del CPEM 40, cuyos alumnos tomaron la institución para conseguir los arreglos necesarios.