BUENOS AIRES (ABA).- La pelota "sin rencores, antagonismos y falsas divisiones" que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pateó el miércoles al campo para retomar las negociaciones, le volvió ayer como un bumerán: el agro le solicitó una urgente audiencia para encontrar soluciones concretas (la revisión de las retenciones móviles, entre otras), sin desactivar, en principio hasta el miércoles venidero, la protesta que en esta segunda etapa cumple hoy nueve días e incluye movilizaciones y tractorazos con restricciones al comercio de granos y prevé un gran acto nacional para el próximo 25 de mayo en Rosario.

"Con paro no dialogamos", fue la primera reacción que recogió "Río Negro" anoche en la Casa Rosada ante la respuesta única de las entidades del campo que, presionadas por sus "irritadas bases" apostadas a los costados de las rutas, se inclinaron por una postura, valga la aparente contradicción, de flexibilidad con inusitada dureza.

"La jugada del campo resulta casi ofensiva", se interpretó en el gobierno, según revelaron a este diario.

Fue una nueva jornada tensa, en la que inútilmente trató de poner paños fríos el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, al recibir a los principales dirigentes rurales con elogios al discurso conciliador de Cristina. Llambías, de CRA, enumeró las principales críticas al gobierno: dijo que "la equivocada" resolución sobre las retenciones móviles descubrió que "el interior está discriminado y con ciudadanos de segunda" y que se había llegado a "un enfrentamiento no querido" porque el jefe de gabinete trató de "disfrazar las cosas".

Fernando Gioino señaló que "ayudaría para recuperar la confianza", que la administración central cumpla con lo acordado en materia de exportaciones cárnicas y pleno precio para el trigo. Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, también enumeró reclamos para lácteos y economías regionales y cerró la posibilidad de una nueva tregua: "entramos dos veces y no conseguimos nada...acá lo que buscamos son soluciones".

Llambías, en una rueda de prensa, ignoró el llamado a conversar en paz bajo la advertencia de "poner el cuero en centenares de campamentos" a partir de hoy, lanzado minutos antes por D´Elía. El piquetero K atacó "el bárbaro lockout patronal" y reivindicó las retenciones como forma de "tomar parte de las rentas privadas en beneficio de los trabajadores, jubilados y los que sufren".

Las palabras finales de los dirigentes agrarios fueron festejadas al grito de "¡Viva la Patria"!, en tanto que el encendido mensaje de D´Elía, culminó con cánticos al estilo "¡Patria, sí, colonia, no!", lo que deja abierto serios interrogantes sobre el devenir del conflicto si antes no se encauza en una mesa de entendimiento al máximo nivel.

Las discusiones entre los ruralistas fueron muy divididas. Tanto que antes de la definición, un colaborador de Miguens, aceptó que se "está 50 y 50" entre seguir el paro o levantarlo, con una fuerte presión de las asam