Viernes 16 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
ANALISIS: Golpe al poder K

Contra lo que sectores oficiales apostaban, el campo mantiene el paro aun frente al último discurso conciliador de Cristina. Un duro golpe para los Kirchner.

Las entidades, al sostener un desafío tan fuerte, son conscientes del respaldo popular y de la oposición política que han cosechado, y también de las fisuras y debilidades en el oficialismo: el éxodo de figuras relevantes entre mandatarios y legisladores de la talla de Schiaretti, Busti y Reutemann; la abrupta caída de la imagen presidencial, y un aislamiento que es definido sin vueltas por medios internacionales de Estados Unidos y España.

La apuesta a llenar Rosario con más de 100.000 productores el 25 de Mayo es una expresión clara de ese sentimiento de fortaleza. Nada menos que el 25 de Mayo, la fecha que la presidenta había imaginado para el Acuerdo del Bicentenario, un pacto de modelo de país con empresarios, gremios y sectores sociales que va camino al fracaso. Será difícil de digerir para el gobierno un paro que se prolonga y un acto que mostrará multitudes en la fecha patria, justo en la pujante Rosario. ¿Tiene alternativas? No muchas.

No es lo mismo una "invitación" al diálogo durante un paro agrario que llevaba desabastecimiento a la población, que un mensaje conciliador en estos momentos, cuando los costos políticos y económicos del gobierno están a la vista. Los Kirchner ingresaron en un conflicto hace tres meses sin medir consecuencias. Y hoy pagan por la soberbia de querer imponer una mayor carga tributaria para sostener un gasto público de niveles exorbitantes. Los efectos del paro están golpeando de lleno en los ingresos fiscales y lo que pensaba el gobierno recaudar con las retenciones móviles a partir de marzo, se está esfumando ante la falta de actividad comercial generada por esta parálisis en el sector. En ese sentido, cálculos de economistas señalan que el gobierno pensaba ganar alrededor de 2.000 millones de dólares con las retenciones móviles. Por el largo paro agrario lleva perdidos 1.000 millones.

Desde lo político, el liderazgo K, por primera vez en los últimos cinco años, se encuentra cuestionado desde las mismas vísceras internas del oficialismo. Para colmo, quemó todos los interlocutores para este conflicto. La estrategia de los hombres de campo es exhibir un compacto frente político con gobernadores que hoy se sienten ninguneados por el gobierno central.

Desde la Casa Rosada, se venía insistiendo con lo mismo: más D'Elía y Pérsico, intentando confrontar dos modelos de país. Y hostilidad y operación sucia contra los objetivos "enemigos".

Ahora, el mensaje conciliador de Cristina, los moderados discursos de Moyano y especialmente la renuncia de Néstor Kirchner a hablar en un acto que lo tenía de protagonista estelar, pareció una forma de admitir una situación frágil.

El campo elogió esta moderación. Pero como fue por lana y salió trasquilado en tantas reuniones que se transformaron en manoseos del gobierno, y que sólo generaron un agravamiento del conflicto, esta vez acepta el convite y pide audiencia a Cristina, pero también exige de ella un renunciamiento claro en su idea (o la de su esposo) de persistir con las retenciones móviles.

Se invierte el ángulo del poder. Las reglas de juego hoy son otras.

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