Viernes 16 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 04 > Nacionales
Los intendentes también toman distancia de los K
A jefes comunales peronistas y radicales oficialistas no les gusta la postura del gobierno.

BUENOS AIRES (ABA).- Si algo siempre tuvo en claro Néstor Kirchner, desde la época de gobernador de Santa Cruz, es que el control se ejerce desde una relación de sumisión de los intendentes al poder central, en consonancia con el manejo de la caja de los recursos económicos.

El ya largo conflicto con el campo, abrió puertas de escape de esta lógica perversa del mando. Hubo ejes de unión entre los jefes comunales del interior de las provincias ganaderas: 1) la relación de involucramiento emocional que existe entre el intendente y los pequeños productores y 2) si al campo le va mal, la gestión ejecutiva se deshilacha.

"Somos el último eslabón de la democracia", machacó un intendente a sus colegas en las últimas jornadas de tensión.

Antes de que algunos gobernadores se plantearan a disentir con la Rosada, la rebelión de intendentes, básicamente del interior de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y recientemente Buenos Aires, se había encendido como una alarma. Luego adquirió un rol activo con muchos de ellos en las rutas junto a chacareros o consensuando iniciativas con legisladores para destrabar el pleito.

Se registró una ecuación muy clara en los realinamientos: las comunas del interior de estas provincias respiran si al campo le va bien . Sus actores sociales están fuertemente interrelacionados. Algunos pequeños productores se acercaron a los intendentes para plantearles que deberán suspender personal por el parate económico, un dato contrastante con los optimistas números del INDEC.

Mientras el miércoles Néstor Kirchner asumía la jefatura del Partido Justicialista y su esposa daba un discurso conciliador, un grupo de 20 intendentes de Santa Fe se reunía con el senador Carlos Reuteman en el Congreso de la Nación, para firmar un documento reclamando la quita de las retenciones y una posible movilización para el 20 de este mes.

Uno de los participantes de ese encuentro, el intendente de Las Rosas, Raúl Porizio, señaló con ironía: "se trastocó el destino argentino, ya que de una oportunidad histórica como la actual, recreamos una crisis".

"Queremos volver a la producción y no estar cortando rutas. La presidenta tiene que entender que muchos de los que hoy protestan la votaron" , agregó.

Porizio cerró la charla con una metáfora: "Nos invitaron a un cumpleaños, apagamos la luz, soplamos la velitas, y cuando volvió, nos encontramos en un velorio". Estos intendentes aseguran no ser "billetera dependientes" y que las obras que se hicieron en sus comunas fueron las que correspondían, ya que estaban presupuestadas de antemano.

En el caso de los radicales K hay una mezcla de resentimiento por no haber podido acceder a puestos clave del gobierno y otros que nunca estuvieron muy convencidos del paso que dieron para romper con la UCR oficial. Sobre los radicales K influye una aliada de Elisa Carrió. Es la bonaerense Margarita Stolbizer, quien sostiene que la crisis del campo sirvió para empezar a vertebrar la oposición.

Al respecto el intendente de Pergamino, Héctor Gutiérrez (radical K) reconoció que si el problema persiste "habrá un daño concreto en la coalición con el gobierno nacional".

De todos modos, agregó que "la Presidenta ha hecho un esfuerzo en bajar el tono y esto deberían tenerlo en cuenta los lideres de la protesta".

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