ROMA (Télam).- Cientos de inmigrantes fueron detenidos en Italia en los últimos días en una operación policial contra "el crimen y la inmigración clandestina", en una señal de la resolución del nuevo gobierno de derecha por endurecer su política hacia los "sin papeles", informó la prensa italiana.

En la operación iniciada el 7 de mayo pasado, en 9 de las 15 regiones administrativas, la policía detuvo a 383 personas -105 de ellos italianos- y el resto extranjeros, 53 de los cuales fueron expulsadas de inmediato, informó el jefe del operativo.

La policía informó que en el operativo se incautó de siete kilos de cocaína, 360 gramos de heroína y 11,44 kilos de cannabis (marihuana). Entre los detenidos, 92 fueron acusados de reventa de objetos ilegales, 111 de permitir la inmigración clandestina, tres de proxenetismo y 177 de robos.

La mayoría de los arrestos se produjeron durante la noche y en lugares de reunión habituales de los detenidos, que fueron vigilados en una primera fase de la investigación. Un campamento gitano en Roma, considerado por la policía "un lugar preocupante por la población", fue registrado también durante la operación.

El anuncio coincidió con la llegada a Italia del ministro del Interior rumano para discutir sobre inmigración con el gobierno de Silvio Berlusconi, en medio de preocupaciones de Bucarest sobre una ola de hostilidad hacia gitanos rumanos en Italia.

En ese marco, el ministro Cristian David se reunirá con su par italiano Roberto Maroni, miembro del partido anti-inmigrantes Liga Norte, quien prepara actualmente un paquete de medidas para penar con cárcel a los ilegales y acelerar su deportación.

Rumania, que posee la mayor población gitana de Europa, advirtió recientemente a Italia de un brote de "xenofobia" contra sus ciudadanos. La televisión mostró imágenes de personas que eran cargados en un camión por la policía en el mayor asentamiento gitano de Roma, pero Gratteri negó que el operativo haya apuntado específicamente a los gitanos.

Berlusconi asumió la semana pasada para un tercer mandato como primer ministro de Italia con la promesa de combatir la inmigración ilegal, a la que muchos italianos responsabilizan de distintos delitos. Su gobierno prepara actualmente un paquete de leyes para reforzar los controles fronterizos, penar con cárcel a los inmigrantes ilegales y acelerar su deportación.