INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Después de varios meses de intensa sequía el agua de lluvia y la nieve volvieron a humedecer ayer el suelo de la Región Sur rionegrina.
Las precipitaciones comenzaron durante la madrugada de ayer con nieve en las zonas ubi
cadas al suroeste y lluvias de diversa intensidad desde el centro y hacia el este. La humedad llegó justo para aliviar los graves problemas que afectan a la zona debido la intensa sequía y para aplacar los efectos de la ceniza volcánica que cubre el suelo desde que entró en erupción el volcán chileno Chaitén.
El miércoles, el intenso viento que azotó la región tornó el aire casi irrespirable y la visibilidad prácticamente nula. Las fuertes ráfagas levantaban la ceniza del suelo dejando en suspensión un espeso manto de polvillo gris contaminando el aire. "Por suerte tenemos un poco de humedad. Porque en los últimos días la ceniza volcánica nos tenía mal. Ayer -por el miércoles- fue el peor día. No se podía respirar ni adentro de la casa" señaló una vecina de Ñorquinco, localidad ubicada a escasos 100 kilómetros de El Bolsón y donde la ceniza acumulada superaba los 2 centímetros de alto. Ayer, en pocas horas, el gris ceniza que cubría el suelo se cambio por el blanco nieve.
En el resto de la región solo se registró una lluvia que por momentos se volvía intensa y persistía al cierre de esta edición.
La inesperada lluvia fue calificada como "agua bendita" por el sector ganadero.