Violencia, operaciones sucias, hostigamiento, amenazas. Preocupante cariz están tomando en el país las acciones de sectores oficiales y paraoficiales que actúan como fuerza de choque del gobierno hacia sus objetivos "enemigos". Un repaso de los últimos hechos:

" La agresión sufrida por el presidente de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, en el marco de una acción del Movimiento Libres del Sur y el Movimiento Barrios de Pie. Antes, otro líder agrario, Eduardo Buzzi (y su familia) había recibido amenazas para él y su familia.

" La violación y difusión de correos electrónicos privados producto de un espionaje informático, que incluyeron la difusión de fotos familiares de la directora del diario Clarín, Ernestina de Noble y el CEO Héctor Magnetto. Estas operaciones fueron precedidas de ataques personales contra editores y periodistas de ese matutino y una costosa campaña de afiches que descalificaban a Clarín y a la señal de cable de ese grupo, TN.

" Los escraches a supermercados de días atrás, organizados por D´Elía. Ahora: el Plan de lucha lanzado por ese mismo dirigente para defender al gobierno, contra el paro agropecuario. D´Elía venía teniendo carta blanca del gobierno, desde que lo mandó junto a Emilio Pérsico y sus piqueteros a chocar contra quienes se manifestaban espontáneamente en Plaza de Mayo en respaldo de los productores.

" Paralelamente, conocíamos las acciones del hijo de Hugo Moyano, amenazando a los productores que cortaban la ruta 14 en oportunidad del anterior paro.

" Y anoche, los graves incidentes tras el acto de asunción de Kirchner, entre los albañiles del "Tata" Medina y los camioneros de Moyano. Revelan la feroz interna que se dirime en la CGT a partir de dos protagonistas que pugnan por la condescendencia oficial. Inevitable recuerdo de los tristes episodios de San Vicente.

Zonas y líderes liberados, avalados desde un gobierno débil e incapaz de aceptar el pluralismo. Un clima inquietante para el país.