ROCA (AR).- La tecnología se hace esperar en el C.E.N.S 23 de barrio Mosconi de esta ciudad, cuyos alumnos realizan todas sus prácticas en obsoletas máquinas de escribir, pese a que, paradójicamente, cuando finalicen sus estudios se recibirán de Peritos Comerciales con especialidad en Administración.
El centro educativo cuenta con una matrícula de más de cien estudiantes, quienes completarán sus estudios secundarios sin tomar contacto con la informática ni mucho menos con internet, ya que el establecimiento cuenta apenas con una PC, que el Consejo Provincial de Educación destinó a la secretaría.
Incluso las máquinas de escribir con las que trabajan no les pertenecen, sino que fueron prestadas por el CEM 9, y con ellas apenas podrán aprender a mecanografiar, algo que de poco puede servirles en la era digital.
Por eso, sus docentes gestionan que "alguna empresa de la localidad done las computadoras que ya no usen, lo cual nos permitirá ampliar no sólo los saberes sino las posibilidades de nuestros alumnos", explicó la directora del centro educativo, Adriana Iribarne, quien argumentó que "la carencia de estos elementos vitales dificulta el dictado de las materias correspondientes a los planes de estudios que la institución ofrece".
Al respecto, Cecilia Leal, profesora de la asignatura "Tecnología Mercantil", lamentó no poder dictar los contenidos básicos del programa. La enseñanza queda acotada a cuestiones vinculadas al "conocimiento del teclado y redacción de cartas comerciales, cuando mínimamente deberíamos poder ofrecerles una introducción a Windows y manejo de Excel y procesadores de texto", indicó la docente.
La edad de los alumnos del colegio, de modalidad nocturna, oscila entre los 15 y los 40 años. Son en su mayoría trabajadores rurales, "quienes no tienen acceso a capacitación en el uso y práctica de estas herramientas informáticas fuera de lo que es el ámbito escolar" y que quizás el único acercamiento con estas tecnologías dependerá de lo que la institución pueda brindarles.
La insuficiente formación que reciben en estas condiciones coloca a los egresados en una situación de desventaja a la hora de salir al mercado laboral, en el cual contar con conocimientos informáticos es en muchos casos un requisito excluyente para conseguir un empleo.
Iribarne aclaró que "en la provincia no existen programas orientados a proveer ordenadores a las escuelas", por eso la comunidad educativa del centro -ubicado en Viterbori y Huechulafquen- apeló a la solidaridad de quienes puedan donarles equipos para realizar las actividades.