NEUQUÉN (AN).- Con un festejo en el que habrá empanadas y arte, los denominados "curas del oeste" de esta ciudad "celebrarán" este sábado "los 13 años del encuentro definitivo de Don Jaime con el Tata Dios".
"Se nos ocurrió recordarlo con un festival donde habrá música, títeres, expresión corporal, fotos, testimonios y tango", informó el padre Antonio "Toni" Qualizza, uno de los organizadores del encuentro que de desarrollará en el edificio de la EPET 5, en Belgrano al 4200.
Jaime Francisco de Nevares nació en Buenos Aires el 29 de enero de 1915, miembro de una familia de alta sociedad porteña. Y fue obispo de Neuquén por más de 30 años, desde el 12 de junio de 1961 hasta el 17 de julio de 1991.
El próximo lunes se cumplirán 13 años de su muerte y en zona oeste de la ciudad sectores ligados a la Iglesia y/o a la obra de De Nevares le darán forma a un festejo de la que es una de las figuras más importantes de la historia de la provincia de Neuquén. El primer obispo de Neuquén trascendió muchísimo más allá de su obra religiosa. Tenía muy buen humor y siempre se refería a "Tata Dios", por su afición al Martín Fierro.
"Son muchísimos los que quieren sumar su arte a este festival, hay muchas ganas de seguir manteniendo viva la memoria de quien nos dejó una huella más que clara", explicó Qualizza en su invitación para la actividad que comenzará a las 21.
De Nevares anduvo la provincia de punta a punta, conoció a sus pueblos y su gente y se interesó por atender y resolver los problemas de la población campesina y -sobre todo- los de las comunidades mapuches. La película "Jaime de Nevares, último viaje" (Guarini-Céspedes) muestra el recorrido de despedida del obispo de sus comunidades del interior neuquino.
Egresó como abogado de la Universidad de Buenos Aires e influenciado por un bisabuelo decidió trabajar con pobres, marginados y trabajadores. Al frente del Obispado de Neuquén adhirió al Equipo Diocesano de Pastoral Aborigen, creó los equipos pastorales de Migración, Social y Carcelaria. Durante la dictadura (1976-1983) participó de la fundación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Por su gestión y compromiso salvó muchas vidas. A mediados de 1991se convirtió en obispo emérito y se mudó a la parroquia San Cayetano, en el barrio que por entonces era denominado Parque Industrial. Ese barrio ahora se llama Cuidad Industrial Jaime de Nevares.
En 1994, el obispo encabezó la lista de convencionales constituyentes y ganó las elecciones como integrante del Frente Grande. Asumió con el compromiso de renunciar a su banca en caso de no abrirse el Paco de Olivos, y así lo hizo.