VIEDMA (AV)- El proyecto de expropiación de la Manzana Histórica Salesiana de esta ciudad consiguió ayer el aval suficiente como para que el Concejo Deliberante avance en ese sentido, tras escucharse las opiniones comunitarias en el curso de una audiencia pública donde la polémica estuvo al orden del día.
Las autoridades del cuerpo debieron realizar un cuarto intermedio para analizar y rechazar una impugnación presentada por uno de los exponentes, con lo cual la sesión no corrió peligro dentro de los trámites que deben efectuarse para que los ediles procedan en ese sentido.
Las discusiones se extendieron por espacio de casi cinco horas oportunidad en que se exhibieron fotografías del estado deplorable en que se encuentran algunas instalaciones del edificio ubicado en pleno centro.
Desde el inicio hubo un reclamo de nulidad cuando Enrique Baez objetó el trámite argumentando que en la convocatoria se incurrió en el error de consignar un número catastral que no correspondía. Efectuadas las consultas legales, la titular del Concejo, Hilda Schlliter, decidió continuar con las exposiciones.
El edificio "está lleno de 'caca' de palomas, se llueve, algunas puertas están cubiertas por alambre de gallinero" y la Comisión del Bicentenario y el Colegio de Arquitectos que tienen un comodato no han cumplido los compromisos; denunció el ambientalista Néstor Miranda.
Báez hizo una encendida defensa del propietario del sector sujeto a enajenación, el abogado Tomás Rébora, mientras que Miranda optó por abstenerse de votar advirtiendo que la administración del intendente Jorge Ferreira "nos meterá en un juicio al ponernos como 'okupas'" del sitio declarado Monumento Histórico Nacional. Allí funcionan varias oficinas municipales y tanto Ferreira como Rébora vienen avivando una arduo contrapunto sobre el proyecto.
En cambio, otros 20 disertantes se pronunciaron en favor de la incorporación al patrimonio municipal en base a una serie de profusos fundamentos.
Por caso el arquitecto Oscar Sanguinetti puso como ejemplo que cuando Viedma se inundó en 1899 los pobladores se propusieron "empezar de nuevo" y que los habitantes de la ciudad alemana de Dresden -devastada por la segunda guerra mundial- "salieron a rescatar su patrimonio cultural".
La presidenta de la Comisión del Bicentenario, Graciela Campano, rechazó las denuncias de Miranda recordando a su padre, quien solía decir que "la vida y las cosas son como el alambre de púa tiene sus partes buenas y malas", alertando que "si no le prestamos atención vamos a perder hasta la historia".
En el mismo sentido, Alicia Maxuach lanzó una dura advertencia a partir del escándalo registrado en Bariloche cuando OSPLAD vendió al empresario Alan Faena un predio donado a esa obra social. Por lo tanto, solicitó a las autoridades municipales que revean la situación en virtud de que la construcción fue financiada por el Estado Nacional y cedido en donación a la iglesia, en consecuencia su destino no era la venta como ocurrió cuando Rébora lo compró desvirtuándose los fines de uso.
También se pronunciaron favorablemente los legisladores Inés Lazzarini de Ramos, Adriana Gutiérrez, Pedro Pesatti y Mario De Rege.