SENILLOSA (AN)- Claudio tenía dos hijos, una nena de 11 años y un varón de 15. Hacía unos cinco años se había separado y fin de semana por medio los pasaba con sus hijos a los que "nunca les hizo faltar nada, se desvivía por ellos", contó Marcelo, uno de los cuatro hermanos de Claudio.
El hombre trabajaba en una empresa de mantenimiento que presta servicios en la central de El Chocón donde percibía alrededor de 1.800 pesos mensuales. Todas las mañanas a las 7.15 se encontraba con Marcelo en la ruta 22 y el semáforo por donde pasaba el micro de la empresa donde trabajaban juntos desde hacía 13 años atrás. Alrededor de las 17 bajaba en el mismo lugar y se iba a la casa que alquilaba por 200 pesos.
"Era un hombre trabajador, muy puntual con los pagos y jamás tuvimos un problema", comentó Maximiliano, nieto de la mujer que le rentaba la vivienda.
Sus vecinos comentaron que no era de juntarse mucho en la casa y sólo era visitado por uno de sus amigos. La distracción de Claudio durante los fines de semana eran las carreras de caballo y las bochas. "Sólo queremos que encuentren a los asesinos de lo contrario saldremos a reclamar públicamente", concluyó el hermano de la víctima.