CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI tropezó ayer por la mañana durante la misa de Pentecostés en San Pedro, pero se volvió a poner de pie de inmediato, ayudado por personal del ceremonial, sin sufrir mayores consecuencias. El incidente, que duró pocos segundos, se produjo al inicio de la misa en la Basílica, según consignó la agencia italiana ANSA.
El director de la sala de prensa vaticana, padre Federico Lombardi, definió la caída como "un pequeñísimo incidente sin consecuencia alguna. El Santo Padre, después de haber incensado el altar al inicio de la celebración, tropezó con el peldaño de la pequeña tarima sobre la que estaba apoyada su silla", explicó Lombardi.
"Estuvo en el suelo un segundo, fue ayudado a levantarse por el personal del ceremonial, a continuación llegó a su sitio e inició la misa normalmente", agregó el vocero, en diálogo con la prensa.
Lombardi indicó que se trató de "un episodio muy breve, hasta el punto de que no suscitó ninguna reacción entre los miles de fieles presentes" y dijo que "no hay nada de que preocuparse".
Durante el oficio, que luego del traspié continuó con normalidad, Benedicto XVI lanzó un llamado, no previsto por el protocolo, por la paz en Líbano, y exhortó a las partes a abandonar la lógica de la "contraposición agresiva" que lleva al país "hacia lo irreparable".
"Exhorto a los libaneses a abandonar esta lógica de contraposición agresiva que está llevando su querido país hacia lo irreparable", clamó el Pontífice y afirmó tener una "profunda preocupación" por los acontecimientos en ese país, "donde, a la parálisis de la iniciativa política siguió, primero, la violencia verbal, y después, los enfrentamientos armados, con numerosos muertos y heridos". (Télam y AFP)