-¿Cómo se le ocurrió tener un programa para secuestrados?
-Fue después de haber sido víctima de un secuestro en los estudios de radio Caracol -hacía poco tiempo había regresado de cubrir la guerra de Yugoslavia-. Aquel hecho me cambió la vida, entonces conté mi experiencia y convoqué a familiares y compañeros de quienes seguían en cautiverio para que les enviaran un mensaje.
-¿Qué reacción produjo semejante iniciativa?
-Como no existía una experiencia similar se generó mucho desconcierto; también en esa época ocurrió el episodio de René Higuita, el arquero que intermedió para la liberación de un familiar. Me citaron como setenta veces de la fiscalía con el argumento de que se trataba de una "negociación" de secuestrados (al margen de la ley) cuando se clamaba por la liberación de los cautivos. Entonces encontramos que los protocolos de Ginebra obligan a permitirles a los rehenes el intercambio de mensajes.
-¿Cuál es su recuerdo más fuerte como víctima de un secuestro?
-Podría decir mil cosas sobre lo que se vive, pero lo más tremendo es la "entrega de pala" que no sabés si es para hacer necesidades o para cavar la fosa para tu muerte. Me pasó una vez que, sin que les pidiera una pala, me la entregaran... ahí creí que me iban a fusilar.
-¿Y su experiencia más fuerte como conductor del espacio radial?
-El caso de un hombre (Pedro Maya) que, como a otros secuestrados, le decían que la familia no quería pagar el rescate, que su mujer se había ido con otro o que el hijo andaba en la droga. Resulta que un día la mujer salió por la radio proclamando que lo amaba; cuando lo liberaron, recuerdo que entró al estudio, me estrechó en un abrazo y se puso a llorar.
-¿Cómo consiguió que las FARC toleraran que los secuestrados escucharan su emisión?
-Les enviamos muchos mensajes por la radio en el sentido de que era la única manera de que los rehenes pudieran sobrevivir a un suicidio, de que mantuvieran al menos un mínimo contacto con la realidad, a tal punto que hubo momentos en que se demoraron secuestros por no llevar un radio.
-¿Qué sintió al encontrarse con la recientemente liberada Clara Rojas (quien tuvo un hijo en cautiverio)?
-Fue increíble; ella no me había visto nunca y en una rueda de prensa al reconocer mi voz me dijo: "Herbin, ese programa fue lo mejor que me pudo haber pasado. No me lo perdía nunca, para mí era como cumplirle una cita al novio: me bañaba, me vestía, me arreglaba para sentarme frente al radio porque era lo mejor que me podía pasar el fin de semana", lo que da una idea del efecto del programa y es la razón por la cual no me queda más que mantener el compromiso.
-¿Sabe si Ingrid Betancourt escucha "Las voces del secuestro"?
-Estoy seguro de que siempre, todas las semanas, ya que ha sido una de las acérrimas defensoras de la posibilidad de tener el radio. Nos han contado que incluso entierra el aparato para que no se lo quiten en las requisas: llegó a tener hasta tres radios guardados. Ella tiene un temple único, ha intentado fugarse cinco veces... es una guerrera de la vida, les ha guerreado a los guerrilleros y tal vez por eso le ha pasado lo que le pasa... es muy fuerte.
-¿Cree que van a liberar a Ingrid?
-Soy optimista porque por razones que sería largo explicar creo que a las dos partes les conviene que salga viva, para utilizarla para sus intereses.
-¿Qué piensa sobre el distanciamiento que tuvieron Rojas y Betancourt,
que compartían fórmula presidencial y fueron secuestradas juntas?
-Eso es connatural a las circunstancias; si muchas veces es difícil la convivencia en libertad, cómo no lo será de dos individuos en cautiverio en ínfimas condiciones y en lo peor de su estado, amarrados, casi moribundos... entendámoslas.
-¿Tiene mucha audiencia en su país?
-El programa en Colombia es de los menos escuchados, no convoca alta audiencia, no tiene publicidad y el contenido no es agradable para el oído, pero resulta que se transmite por 163 emisoras en todo el territorio y a nivel internacional a 147 países, entonces el impacto es alto. En el exterior es reconocido como una columna vertebral informativa en el conflicto, en el que puede hablar Pilar Córdoba y sale Clara Rojas o un funcionario del gobierno o hay una captura; es decir: hay muchos matices por los que las agencias de noticias, periódicos y canales de televisión tienen el oído atento.
-¿Cómo resumiría su visión sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)?
-Ellos comenzaron esgrimiendo reivindicaciones históricas de ciertos sec
tores, esgrimiendo una reacción contra la desigualdad, pero luego fueron tomando vías cada vez más perversas como la financiación mediante el secuestro y el narcotráfico. Hay muchos movimientos que van mutando; yo estuve dos veces en Chiapas y noté cierto altruismo, no sé qué me ocurriría ahora. Algo parecido me pasó muy al comienzo con Hizbollah, pero hoy jamás podría volver a estar con estos últimos dado el camino que han tomado.
-¿Considera que los crímenes de las FARC van a ser incluidos por la Justicia entre los de lesa humanidad?
-En este momento una tendencia jurisprudencial sostiene que los crímenes "de" lesa humanidad los cometen los estados, pero los crímenes "contra" la humanidad los cometen también los grupos que obedecen a mandos responsables, es decir, con una estructura jerárquica. Los planteos se hacen en las naciones, pero queda la vía de la Corte Penal Internacional y lo que vendrá desde julio del 2009 (cuando se ratifique el tratado de Roma) es que el secuestro va a quedar elevado a delito de lesa humanidad.
-¿Qué efecto tendría una decisión de ese tipo, más allá de tornar esos delitos imprescriptibles?
-Que esos grupos no podrán tener, por parte de los estados que reconocen la Corte Internacional, ningún reconocimiento como fuerzas beligerantes y la persecución penal podrá alcanzar también a quienes tengan relaciones con ellos.
-¿La intervención de Francia en favor de Betancourt influye en aislar cada vez más a las FARC?
-Países como Francia, Bélgica, Suiza y Suecia tienen la voluntad de declarar el secuestro extorsivo como crimen de lesa humanidad y Colombia ya dio el primer paso, tanto que el secuestro exprés (como forzar a alguien a sacar dinero de un cajero) ya es tipificado como secuestro con 40 años de prisión. Que muchos extranjeros hayan sido secuestrados en nuestro país ha llevado a varios estados a solidarizarse con lo que ocurre en Colombia y a que crean necesario adherir al estatuto de Roma, así como ratificar la competencia de la Corte Internacional.
-Los vínculos que aparecieron entre familiares y ex funcionarios del presidente Álvaro Uribe con paramilitares, ¿pueden complicar el respaldo a la lucha contra el terrorismo?
-No es sano para la democracia que se estén demostrando los nexos de Mario Uribe (primo del mandatario) con las "autodefensas" de Colombia o que más de 60 congresistas hayan tenido nexos con paramilitares que han recurrido a la presión para que voten por ellos; en cambio, es positivo que estemos haciendo una autodepuración y que tengamos una Corte Suprema que se ha puesto los pantalones encarcelando a los involucrados y desmontando el gran aparato paramilitar. Creo que en las próximas elecciones los campesinos van a poder votar libremente.
-¿Cómo juega el rol de Chávez, quien busca hacer valer sus contactos con las FARC?
-Es claro que tiene un pensamiento distinto al del pueblo colombiano. Chávez considera que las FARC merecen una oportunidad política porque pide que no sean tomados como terroristas sino como beligerantes, algo que en otro país podría ser viable. Pero en Colombia, mientras no dejen de secuestrar, son terroristas.
-¿Les hablan a los oyentes de fútbol, una pasión tan colombiana como argentina?
-Claro, hablamos de Millonarios, del Junior de Barranquilla, de Atlético Huila, con el que simpatizo, porque se trata de darles a los secuestrados motivaciones, distintas perspectivas para que tengan una razón de vivir.
“Hasta que se libere al último rehén”
Herbin Hoyos Medina vino a la Argentina a recibir el Premio Perfil Internacional por su tarea a favor de los secuestrados por las FARC (en el mismo evento en que el director de este diario, Julio Rajneri, obtuvo el nacional por su lucha a favor de la libertad de expresión).
Hoyos Molina nació en Colombia el 9 de noviembre de 1969. Cubrió la Guerra del Golfo y la de los Balcanes, los conflictos de Sierra Leona y Chechenia y la segunda intifada en territorio palestino.
Al entregarle el premio, editorial Perfil subrayó que el programa “Las voces del secuestro”, creado por Hoyos Molina en 1994 (tras ser víctima de una acción semejante), es para los rehenes –que lo sintonizan desde su lugar de cautiverio– el único lazo con la realidad fuera de la selva y una herramienta indispensable para su supervivencia. Así lo manifestaron los cautivos que, tras su liberación, acudieron a los estudios de Caracol para apoyar a quienes se quedaron. Por su trabajo, Hoyos Medina sufrió amenazas y atentados. Su familia se exilió en el exterior y, a pesar de que él mismo se fue en varias oportunidades, siempre volvió.
Anteayer se realizó la primera emisión del programa desde nuestro país, al que fueron invitados dirigentes del oficialismo como de la oposición. El mismo sale al aire por la cadena colombiana Caracol todos los domingos desde la cero hasta las 6 de la mañana (las 4 en la Argentina).
–¿Cuándo concluirá el ciclo?
–Siempre que liberan a alguien nos damos (mi equipo de trabajo y yo) un abrazo con esa persona. El día en que suelten al último, nos daremos en la plaza Bolívar el gran abrazo de la libertad y el programa habrá concluido.
CLAUDIO RABINOVITCH
crabinovitch@rionegro.com.ar