BEIRUT (DPA).- Tras los nuevos enfrentamientos entre seguidores y opositores al gobierno en la región drusa del Líbano, al sureste de Beirut, la calma volvió hoy al país después de la intervención del Ejército. Los seguidores del líder druso Walid Jumblatt se enfrentaron durante cinco horas con simpatizantes de la oposición, liderada por el movimiento radical islámico Hizbollah, a pesar de un cese del fuego acordado previamente.
El líder opositor druso Talal Arslan había anunciado a dpa que "a partir de las 15 GMT (12 de Argentina) rige un cese del fuego". La situación se tranquilizó durante la noche,
después de que el Ejército libanés interviniera y estableciera puestos de control callejeros en la zona, unos 20 kilómetros al sudeste de Beirut. Según fuentes médicas, cinco personas murieron y unas diez resultaron heridas. En tanto, tras los sangrientos combates que
dejaron 17 muertos y unos 20 heridos en Trípoli, en el norte del Líbano, la intervención del Ejército, que envió ayer soldados a la zona, también llevó la calma a la segunda ciudad más grande del país. Allí se produjeron enfrentamientos callejeros entre seguidores y opositores al gobierno pro-occidental del primer ministro Fuad Siniora.
Seguidores del gobierno sunnitas fuertemente armados se enfrentaron a miembros de un grupo alevita, que apoya a la organización pro-iraní Hizbollah. En la capital libanesa, Beirut, en tanto, ayer reinaba la calma tras cuatro días de combates entre seguidores principalmente sunnitas de la mayoría gobernante y los milicianos de la oposición chiíta. En total, más de 40 personas murieron en los últimos días en la ciudad. El sábado, el movimiento radical islámico chiíta Hizbollah aceptó replegar a sus combatientes de las calles de Beirut después de que el gobierno revocara las medidas contra Hizbollah que provocaron los enfrentamientos.