El flamante presidente de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuaria (ONCCA), Ricardo Echegaray, precisó ayer que "sólo se presentaron 120" de los 62.000 pequeños productores a los que el gobierno les ofreció compensaciones para mejorar la rentabilidad restada por el sistema de retenciones móviles aplicado a las exportaciones de granos. Esto es el 0,2% de los productores. La lectura que hay que dar a estas cifras es que el campo ya no cree en las promesas de compensaciones que ofrece para el campo.
La cantidad de trámites que hay que realizar, la estructura burocrática que hay que sortear y la falta de definiciones a la hora de juntar todo el papelerío para presentar en los organismos oficiales correspondientes hicieron bajar definitivamente los brazos a los productores.
Las compensaciones para engordes en feed-lot tardan más de 14 meses en llegar después de presentar el último "papelito"; aquellas compensaciones que llegan a los pequeños productores de la fruticultura, cerca de un año. Y como estos hay muchos ejemplos más.
Es natural entonces pensar la poca adhesión que tuvo este último llamado para compensar al productor agropecuario.
Pero desde el gobierno se interpreta otra cosa. Echegaray adjudicó esta situación a que los productores "no conocen" la existencia de esta normativa "o no la quieren conocer". "La compensación para los pequeños productores de girasol y soja, con una producción de hasta 500 toneladas, el gobierno la lanzó el 28 de abril último. Teóricamente iba a venir una oleada de pedidos de compensación. Se formalizaron sólo 120 pedidos", indicó Echegaray.
(Redacción Central)