VIEDMA (AV).- Un nuevo cachetazo de la realidad para familias empobrecidas. Pugnar por un ticket de ayuda alimentaria y que su valor sufra una constante depreciación ante la escalada de precios, mantiene en vilo a casi dos millares de beneficiarios en esta capital. Igual situación se plantea para los beneficiarios en el resto de la provincia.

La situación resulta más que preocupante en el sector, sobre todo para madres de familia solas o desocupadas, quienes necesitan de esos ínfimos ingresos para así seguir sosteniendo la vida cotidiana de su núcleo más íntimo.

El plan llamado el Hambre Más Urgente reúne en esta ciudad a 1.100 beneficiarios con un monto individual de 40 pesos mensuales. El complementario es el Comer en Familia cuyas chequeras por unidad reportan 80 pesos para cerca de 700 beneficiarios.

En forma consecuente, los más necesitados suelen conformar largas colas en las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social. El trámite de retirar el ticket es aprovechado para efectuar los reclamos correspondientes a raíz de los magros ingresos que reciben por ese concepto.

La titular del área, Sonia Lazcano, explicó a "Río Negro" que "lamentablemente, nosotros no tenemos programas alimentarios propios" como para complementar el apoyo a las familias necesitadas, por lo tanto "vemos con preocupación la disparada inflacionaria y estamos en una verdadera encrucijada".

Según calculó la funcionaria provincial, las familias beneficiarias deberían estar recibiendo el triple de la actual cifra. Puso como ejemplo que los 40 pesos representan menos de tres kilos de carne, y con esto "no cubrimos nada" cuando la canasta familiar tiene un mínimo de 600 pesos.

Lazcano reconoció que a diario reciben planteos de incrementos pero no se pueden obtener respuestas positivas porque los programas, tanto de la provincia como la Nación, ya tienen un presupuesto estipulado.