La carta de las Naciones Unidas establece como uno de los principales objetivos promover el respeto a los derechos humanos y las libertades de todas las personas sin distinción de ningún tipo.
Sin embargo, desde su proclamación hasta la fecha los hechos aberrantes producidos en la Segunda Guerra Mundial, que fueran su motivación, no sólo se han multiplicado sino que en muchos casos los han superado, basta con mirar las masacres de Camboya, la ex Yugoslavia, Ruanda, Sierra Leona, entre otros tantos conflictos armados que han generado una permanente violación de los mismos.
Por otro lado el aumento de la pobreza, la falta de educación y la permanente desigualdad y exclusión que ha generado la Globalización, también tiene como resultado la violación sistemática de los derechos humanos.
¿Qué hacer en este escenario tan complejo?
La creación de Tribunales Especiales ex post facto en la década del '90 y la creación de la Corte Penal Internacional en esta década, para juzgar y castigar los delitos cometidos en conflictos armados a partir de la entrada en vigencia del Estatuto de Roma en julio del 2002, es una respuesta desde el Sistema Universal a la necesidad de justicia y prevención de nuevos hechos.
En el teatro civil una de las tantas medidas a tomar es el compromiso con la educación, que toda persona tenga derecho a la misma y como contenido básico el aprendizaje de sus derechos esenciales.
Desde la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura -UNESCO- se reflexionó sobre las estrategias que debían tomarse. Es así que el conjunto de Estados miembros que integran la organización reconocieron en la Conferencia General reunida en octubre del 2003 que los derechos humanos en esta era de la mundialización deben ser promovidos y protegidos frente a las consecuencias inhumanas que se observan.
Si bien la UNESCO asumió ese compromiso hace 60 años, al proclamarlo en su Constitución y en su participación activa en la elaboración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; en este incipiente nuevo siglo era necesario reformular la estrategia, acordar que la única forma de luchar contra los resultados negativos de la Globalización es transversalizando el conocimiento de los derechos humanos en todos los programas. Esta nueva perspectiva del derecho garantizará la realización de los mismos para todos.
Un aporte valioso es la implementación del Programa Internacional UNITWIN y de Cátedras UNESCO, a través del cual se fomenta la movilidad académica y la transferencia rápida de conocimientos. En la actualidad se han creado más de 160 cátedras en todo el mundo.
Esta nueva mirada se enmarca en el programa de renovación de las Naciones Unidas y en la necesaria interrelación con otros órganos específicos, en especial: la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Observando América Latina, resulta imperativo frenar los conflictos armados y a su vez fortalecer las nuevas democracias, debiendo ser éste un punto prioritario en la agenda de los gobiernos de la región.
El desarrollo de políticas públicas que disminuyan la pobreza, migración, exclusión y a su vez garanticen el acceso a la Justicia, mayor participación en la vida cultural, progresos en los campos de investigación también debe ser prioridad regional.
Con el objetivo centrado en los problemas sociales, derechos humanos, la paz y la democracia, lo que se busca es una síntesis de conocimiento personalizado adquirido a partir de las diferentes disciplinas, a lo cual se adiciona un compromiso ético que pone este conocimiento al servicio del bienestar social.
En este sentido en diciembre del pasado año se crea la Cátedra UNESCO en Derechos Humanos, dentro de la Universidad Nacional del Comahue.
La misma tiene como misión fomentar un sistema integrado de actividades de investigación, formación, información y documentación en el campo de los derechos humanos y se constituirá en un instrumento para facilitar la colaboración entre investigadores de alto nivel y reputación internacional, de la región latinoamericana y el Caribe con otras regiones del mundo. El objetivo general es afianzar un espacio académico de reflexión, análisis y definición de líneas de investigación sobre derechos humanos, desde un enfoque interdisciplinario que vincule los aportes de investigadores, académicos y miembros de organizaciones no gubernamentales. Fomentar la cooperación intelectual internacional e impulsar el avance y la difusión de los conocimientos en derechos humanos a efectos de nutrir la relación Universidad - sociedad civil.
Teniendo en consideración que la educación es un instrumento indispensable para elaborar proyectos de vida, el mejoramiento sustancial de la misma es un verdadero reto. Hay que promover una educación solidaria y de profundo respeto a la paz, generando paralelamente una participación activa de la sociedad civil.
Sin duda las estrategias de la UNESCO en materia de derechos humanos, cual es globalizar la promoción de los mismos, especialmente a través de la educación, la investigación y protección de los mismos, es el compromiso regional de esta cátedra en el contexto universal.
SILVIA CONTRAFATTO (*)
Especial para "Río Negro"
(*) Coordinadora Cátedra UNESCO en derechos humanos de la Universidad Nacional del Comahue.