BUENOS AIRES (Télam).- El ex policía federal Adrián Bustos fue condenado ayer a prisión perpetua por el crimen de Camila Arjona, la adolescente embarazada que en el año 2005 fue asesinada de un balazo en Villa Lugano.
En el segundo juicio que se lleva a cabo por el hecho -el primero fue anulado por cuestiones técnicas- el Tribunal Oral Criminal 4 halló a Bustos culpable del delito de "homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad y lesiones". Además, los jueces condenaron a tres años de prisión al ex policía Martín Cisneros por el delito de "lesiones y privación ilegítima de la libertad" y seis años de inhabilitación para ejercer como policía, pero continuará en libertad.
Tras la lectura de la sentencia se registraron algunos incidentes, cuando familiares del ex policía Bustos agredieron a Norma Díaz, la mamá de Camila Arjona, a quien insultaron y acusaron de haber abandonado a su hija cuando era chica. Por el caso, un tercer policía llamado Miguel Almirón será sometido a otro debate ya que estaba prófugo y se entregó la semana pasada.
La última jornada del debate comenzó pasadas las 9.30 cuando los integrantes del TOC 4, Walter Luna, Fernando Larraín y Armando Chamot, le otorgaron a los acusados a decir sus últimas palabras antes de escuchar el veredicto. Bustos habló durante unos 20 minutos en los cuales dijo que era inocente y que si lo condenaban no se iba a hacer Justicia. Luego de un cuarto intermedio, los jueces dieron a conocer su sentencia, en la que condenaron a prisión perpetua a Bustos.
Según los jueces, el hecho ocurrió el 1 de abril de 2005, cuando tres policías de la comisaría 52 tomaban cerveza en las inmediaciones de la villa 20 de Villa Lugano y persiguieron a un joven porque se negó a ir a comprarles cocaína. El chico recibió una fuerte golpiza y luego comenzó a correr, por lo que fue perseguido por los policías, quienes efectuaron algunos disparos. Camila, quien estaba embarazada de cuatro meses, escuchó ruidos y junto a su novio salió a ver qué pasaba. En ese momento, los policías, que estaban vestidos de civil, les habrían dado la voz de alto, pero el novio de Camila dijo que se asustó y comenzó a correr, mientras que la chica, siguió caminando. Según el principal testigo que declaró en el juicio, el albañil Alfonso Paniagua, Bustos tomó la pistola, disparó contra Camila, después la levantó de los pelos para ver si estaba viva y le pisó la cabeza.