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ANALISIS: El fantasma de la guerra civil recorre las calles | ||
La temperatura de los libaneses asciende verticalmente en estos días primaverales. En las calles de Beirut los jóvenes se lanzan piedras y suenan disparos. Los políticos antisirios abandonan sus oficinas acompañados de guardaespaldas armados, mientras el grupo radical chiíta Hizbollah, aliado de Irán, saca músculo. Desde hace casi medio año, Líbano carece de presidente y los habitantes de Beirut se preguntan qué vendrá antes, la guerra o una contienda civil; si una confrontación militar entre Israel y Hizbollah, armado por Irán, o combates callejeros entre los seguidores de la mayoría gubernamental antisiria y la oposición dirigida por Hizbollah. Esta última parece mucho más cercana desde ayer. El tono en el que la mayoría gubernamental del primer ministro Fuad Siniora, apoyada por Estados Unidos y la Unión Europea, acusa a Hizbollah y sus aliados se hizo más estridente en los últimos días. Hizbollah socava la soberanía estatal, gestiona una red telefónica secreta propia e instaló cámaras de vigilancia en el aeropuerto, afirma. Hizbollah, apoyado en su enfrentamiento al gobierno de Siniora por el partido chiíta Amal y el movimiento del ex general cristiano Michel Aoun, reacciona sin comprender. "Estas cámaras están ahí desde hace 20 años", explica Kassem Alak, el director de la empresa constructora "Guerra Santa", propiedad de Hizbollah . "Hasta ahora nadie había pedido un responsable, ¿por qué ahora?", quiere saber Alak, cuya tarea en los últimos dos años fue la reconstrucción de los suburbios chiítas. Los barrios limítrofes con el aeropuerto fueron bombardeados durante la guerra de Hizbollah contra Israel en 2006. El líder cristiano prosirio Michel Aoun responde también alzando los hombros. Sobre la red telefónica secreta afirma: "La oposición tiene derecho a tener medios de comunicación secretos y tampoco oí de nadie que haya muerto por esa red telefónica", afirma. El hecho de que "la resistencia" tenga derecho a armarse es algo totalmente obvio para Hizbollah y sus seguidores. Sin embargo, de forma diferente lo ve Walid Yumblatt, el líder druso aliado de Siniora, que acusa a Hizbollah de haber asesinado en los últimos meses a varios políticos y militares antisirios y que exigió"la suspensión de todos los vuelos de Teherán, porque Hizbollah recibe armas iraníes a través del aeropuerto internacional de Beirut". (DPA) | ||
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