CIPOLLETTI (AC).- "Esto nos tiene que servir para que se tome conciencia de la situación de abandono y marginación a la que está expuesta nuestra infancia. Lo de ayer (por el miércoles) no fue diferente a lo que ocurre habitualmente en los barrios", reflexionó Viviana Reissig , directora de la escuela primaria 283, donde un niño debió refugiarse para evitar que otros de su misma edad lo golpearan.
Mientras esta situación se denunciaba, otro niño debió ser atendido en un centro asistencial por los golpes que recibió por parte de sus pares a la salida de la escuela a la que concurría en la vecina Fernández Oro.
Ambos casos, el primero ocurrió el miércoles a la tarde y el segundo ayer al mediodía, tienen en común la corta edad de los menores involucrados y la cada vez mayor violencia que ejercen entre ellos mismos.
"Una cuestión cotidiana"
Y si a muchos estas situaciones les pueden llamar la atención, no es lo que le sucedió a Reissig que aseguró que "la violencia es una cuestión cotidiana en los barrios de la ciudad" y que "no hay real percepción de la gravedad del daño que el abandono genera en los niños. Después nos lamentamos cuando son más grandes y más difíciles de recuperar", dijo.
Reclamó una acción conjunta entre la escuela, familia, Estado porque de otro modo "la soledad es muy grande", reconoció.