BUENOS AIRES (ABA).- "Tengo aguante", recitó desde San Salvador de Jujuy la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al denostar ante comunidades pobres "el egoísmo y la insolidaridad" de las élites más pudientes.
"Nosotros también tenemos aguante y somos muchos, pero de esta manera se va a perjudicar el país", le contestó desde Entre Ríos el líder de los productores rurales del interior, Alfredo De Angeli.
La incertidumbre y la falta de diálogo directo entre los dirigentes del campo y las autoridades nacionales dominaron ayer en una jornada caracterizada también por la tensión y los cortes parciales de ruta.
"El que cambió las reglas de juego y desató el conflicto fue el gobierno. Por lo tanto, debe encontrarle la vuelta para solucionarlo", expuso el diputado por el Movimiento Popular Neuquino, José Brillo, apenas horas después de que el gobernador de su provincia, Jorge Sapag, se sumara a la concertación K, en vísperas del "relanzamiento" de Cristina, planeado en principio para el próximo 25 de mayo, en el marco de un nonato Pacto Social del Bicentenario.
El debate sacudió a gobernadores, intendentes y legisladores del oficialismo, tironeados por el matrimonio Kirchner, por un lado, y los chacareros, por el otro, en una sociedad peligrosamente dividida.
La Cámara de Diputados, por ejemplo, no pudo como en otras ocasiones sacar una declaración de repudio contra el lock out patronal, por la oposición, entre otros, de los kirchneristas Felipe Solá, Edgardo Depetri y Beatriz Rojkes, esposa del gobernador peronista de Tucumán, José Alperovich. Solá, incluso, bloqueó otro pronunciamiento contra "Clarín", "La Nación" y el canal de cable "TN". Preguntó "por qué no atacaron a Daniel Hadad y su señal C5N, al que sufrí cuando fui gobierno en la provincia de Buenos Aires".
En el bloque del PJ, le exigieron a Felipe una definición: "¿O estás con los productores o estás con el gobierno?". Contestó que se alineaba con Cristina Fernández, pero que comprendía algunos planteos de los ruralistas. Hizo equilibrio: "El campo no puede exigir 35 por ciento (por las retenciones) o nada. Eso es extorsionar. Y la presidenta no puede volver atrás porque sería un gesto de debilidad" ¿Qué propuso? seguir negociando hasta encontrarle la vuelta a la resolución del pleito.
Pero lo cierto, es que ayer los contactos estuvieron interrumpidos. La Rosada mantiene la postura de dureza recomendada por el ex presidente Néstor Kirchner: "Bajo estas circunstancias hay guerra con el campo", transmitió uno de sus colaboradores más fieles..
En un clima de lucha abierta y enloquecida no sería raro que en algún momento se produzcan incidentes de magnitud insospechada. Los camioneros revolotean con "el pasan todos o no pasa ninguno".