JERUSALÉN (AFP/DPA) - Con asados al aire libre y desfiles militares, los israelíes celebraron ayer los 60 años de su existencia, mientras los palestinos conmemoraron la "nakba", la "catástrofe" que supuso para ellos la creación del Estado judío.
Los festejos hebreos se vieron sin embargo empañados por la misteriosa investigación por corrupción que involucra a su primer ministro.
Entre tanto, los israelíes celebraron su "Fiesta de la Independencia" haciendo picnics en los parques, playas y jardines. El ejército aportó su contribución a la fiesta con sus aviones, que sobrevolaron todo el país. Decenas de paracaidistas se lanzaron frente a una playa de Tel Aviv, para ser luego recogidos por lanchas de la Marina israelí. Uno de ellos aterrizó de forma accidental entre los espectadores y causó siete heridos.
Para este día, el ejército abrió al público una decena de sus bases, entre éstas una de inteligencia militar, cerca de Tel Aviv. En Haifa (norte), una decena de orquestas militares extranjeras participaron en un desfile.
Los festejos estuvieron no obstante bajo alta vigilancia por temor a atentados palestinos. Miles de policías y soldados fueron movilizados para la ocasión. Desde el lunes y hasta el fin de la fiesta, el ejército israelí cerró Cisjordania.
Pero en el terreno político, la situación es diferente. El primer ministro Ehud Olmert declaró ayer que si es procesado por acusaciones de que recibió dinero de campaña ilegalmente, renunciará. Olmert, quien se encuentra bajo investigación policial por sospecha de que aceptó cientos de miles de dólares de un ciudadano estadounidense, dijo que nunca recibió tales fondos.
El primer ministro habló por televisión anoche desde su residencia oficial, luego que el tribunal aceptó derogar el secreto sumarial del caso. Según la policía Olmert aceptó cientos de miles de dólares en contribuciones ilegales del ciudadano estadounidense Morris "Moshe'' Talansky. En su declaración, Olmert dijo que un abogado maneja sus finanzas y que todo está perfectamente en orden. "Nunca acepté sobornos, nunca acepté siquiera un centavo'', expresó
Por otra parte, los palestinos inauguraron en Cisjordania un "campo de retorno" para mostrar sus vínculos con la tierra de la que fueron expulsados casi 700.000 compatriotas por Israel, cuando se creó el Estado.
El "campo de retorno", que contó con la presencia del primer ministro palestino Salam Fayyad, se ubicó en tiendas instaladas en un terreno de Ramala, cerca de Muqata, el cuartel general de la Autoridad Palestina. Acoge una exposición de fotos y de documentos que explican la "nakba", la "catástrofe", y en ella tendrán lugar varios coloquios sobre el tema. Cerca de 760.000 palestinos fueron obligados a desplazarse durante la creación del Estado de Israel. El destino de estos refugiados y de sus descendientes, hoy un total de 4,5 millones de personas, es el tema más doloroso en el conflicto israelo-palestino, ya que Israel rechaza la posibilidad de un retorno palestino a lo que fuera su territorio.