Ayer, pasadas las cuatro de la madrugada, Boca volvió a pisar suelo argentino, horas después de conseguir en gran forma la clasificación a cuartos de final de la Copa Libertadores. En la noche del miércoles le había ganado 2-1 al Cruzeiro en Belo Horizonte y ahora el horizonte copero del "xeneize" no
"¿Cuáles fueron las claves?", se preguntó Carlos Ischia y él mismo se respondió: "La solidez que tuvo todo el equipo durante el partido, y la convicción que mostraron los jugadores desde el primer minuto. Antes del partido los veía en el vestuario mostrar unas ganas, un decisión, que no solo me hicieron estar tranquilo, sino saber también que íbamos a ganar", sostuvo el entrenador "xeneize, que remató: "Siempre es candidato Boca", "Boca siempre gana a lo Boca", "El plantel fue con la convicción de ganar y lo ganó", sin agrande, pero distendido y apurado por irse a dormir.
A pesar de que el encuentro ante el Cruzeiro estuvo lejos de ser uno de sus mejores partidos, Juan Román Riquelme volvió a convertirse en el referente de este Boca que continúa su marcha en busca del bicampeonato continental.
"Lo importante era ganar y seguir en la Copa. La semana pasada después del 2 a 1, nosotros estábamos contentos, y ustedes (por los periodistas) dijeron que estábamos complicados. Esto es fútbol". Posteriormente, el volante expresó: "Fue un partido complicado, más allá del resultado y la clasificación. En el primer tiempo Boca hizo las cosas con inteligencia y saco una ventaja importante. Después, sabíamos, que en algún momento íbamos a sufrir, porque ellos iban a venir a tratar de dar vuelta el resultado", indico.
La continuidad en la Copa Libertadores indica que Boca deberá cruzarse en cuartos de final con el Atlas de México, rival con el cual se cruzó en la zona de grupo, perdiendo en Guadalajara (3-1) y ganando en La Bombonera (3-0). Esta vez el escenario "xeneize" será otro: la cancha de Vélez.
El cambio de escenario se debe a la clausura que le impuso la Confederación Sudamericana de Fútbol a La Bombonera después de la agresión de un plateísta al juez de línea uruguayo Pablo Fandiño, en el encuentro frente a Cruzeiro por octavos de final.