Para cuando Teatro del Histrión presentó "Factum", en el Galpón G del ferrocarril que terminaba en Formosa, hoy transformado en espacio cultural y teatro para cuatrocientas personas, ya habían expuesto sus trabajos Villa Ballester, Córdoba, Santiago del Estero, Mendoza, Salta y Formosa, Santa Fe, Tucumán, Jujuy, Buenos Aires, Morón, "El Campocómico" de Cipolletti y Rubén Neira con "La puñalada". Con suerte diversa. Los representantes de la región recibieron el firme respaldo del aplauso, elogios de periodistas que cubren la XXIII edición de la FNT y de
los responsables de las diarias devoluciones, en esta oportunidad denominadas Coloquios Interdisciplinarios, entre los que se encuentran la pedagoga teatral brasileña Pita Belli, la dramaturga argentina Patricia Suárez y su colega paraguayo Agustín Nuñez.
Ricardo Bruce, director asistente del grupo neuquino, abrió la charla con "Río Negro" en el patio del Centro Cultural de la Municipalidad formoseña: "No trabajamos desde el naturalismo ni desde la obviedad. A partir de la imagen y de reiteraciones que provocan agobio, "Factum", está construida sobre la relación de los poderosos sobre los oprimidos. Se encara desde el amor y el error también, del que el imperio abusa para imponer su derecho. Pero desde una metáfora que puede leerse según cada individuo. No es un discurso cerrado que impide asociar con otras realidades."
Alejandro Cabrera, actor: "Busca despertar en el espectador, el pensamiento crítico y la reflexión a partir de lo que generamos sobre el escenario."
Bruce: Tenemos una discusión ideológica profunda sobre las temáticas abordadas. De todas formas, siempre hay que hacer una elección; la última palabra es del director, pero el actor compromete su cuerpo con un discurso que aborda no tan sólo con lo que pasa al actuar, sino con la relación entre los sujetos dentro del grupo y construyendo el trabajo.
Cabrera: De ahí que definimos nuestros desarrollos como laboratorio. Hacemos y reflexionamos sobre la práctica porque no se trata de construir un discurso para una tribuna política, por nosotros habla nuestro discurso escénico.
Diego Rómulo Eggle, actor: "Las obras resultan de un proceso de investigación. Partimos del texto (de Víctor Mayol, en este caso) con una idea, y termina siendo el producto de nuestra metodología. Eso está bueno. Sabemos de dónde partimos, pero no tenemos techo."
Cabrera: Llega un punto en el cual no se puede despegar la visión en el escenario de la mirada ante la vida misma, lo que nos sucede cotidianamente. Como lugar para criticar, para intentar cambiar las cosas, por decirlo así, nuestro lenguaje es el teatro.
"Factum" indaga sobre la prepotencia y la violencia del imperialista, inserto ahora en la modernidad, que usa tanto armas de guerra, Irak es el último ejemplo, como políticas neoliberales de mercado, lamentablemente, bien conocidas por nuestros pueblos americanos. Centrada en una sólida propuesta expresiva sobre el enfrentamiento de estos mundos en conflicto, sus relaciones y sus visibles consecuencias actuales.
- Hay directores que nunca dan por terminada su obra. ¿Ustedes?
-Bruce: Recordando siempre que el director es Víctor, el nunca la dio por terminada. Nosotros nos fuimos
a ganar el Regional a Santa Cruz y se hicieron una serie de correcciones y otras quedaron en deuda. Finalmente se hace un corte, eligiendo el discurso que pondremos en escena, pero siempre se pretende otro. Siempre hay una posibilidad de profundidad; una nueva forma de replanteo, una nueva estructura dramatúrgica, una lectura distinta de la imagen.
Eggle: Seguimos inventando y cambiando a partir del trabajo, de las funciones. Ese espacio siempre estuvo abierto, no fue un espectáculo cerrado, fue creciendo, modificándose.
Ricardo: Pero quiero remarcar dos cuestiones centrales. Los de nuestro trabajo no son procesos que van a cualquier lado. El director juega un rol muy importante, o yo, conteniendo el desarrollo, porque de lo contrario sería un caos. En cuanto a la sensación del director con su obra, puedo entrever lo que le sucedía a Víctor con "Factum" y con nuestra producción. En algún momento uno también debe hacer un corte y decidir qué contar de lo que tiene. En ese sentido siempre hubo un mañana posible, en cuanto a la obra.
EDUARDO ROUILLET