ROCA (AR).- La última tormenta de agua y granizo que cayó sobre el Alto Valle en el mes de marzo afectó unas 700 hectáreas aunque causó daños importantes en solamente 300, según el informe brindado desde la Secretaría de Fruticultura.

Después de un relevamiento efectuado, los especialistas señalaron que los principales problemas se detectaron en las plantas lo que provocará una merma importante para la próxima cosecha.

Si bien el fenómeno meteorológico cayó el 24 de marzo, sobre el final de la temporada, igualmente el granizo provocó daños de consideración en algunas variedades que todavía no se habían levantadas.

Ese día cayeron granizos del tamaño de un huevo, que durante más de 15 minutos afectaron a productores de Roca, Allen y Cervantes.

Desde la Secretaría de Fruticultura informaron que la tormenta afectó unas 700 hectáreas, con un efecto sobre 148 productores quienes fueron los que presentaron la declaración jurada de daños.

Del total solamente 13 fueron declarados en estado de emergencia (afectó el 50% de la producción) por lo que ya fueron enviados al Ministerio de la Producción para su análisis y evaluación.

Los especialistas señalaron que el mayor problema se produjo en la planta ya que la piedra provocó daños importantes que recién se podrán observar con mayor claridad en la próxima temporada de cosecha.

"El productor que más perjuicios sufrió fue en el 63% de su chacra, por lo que ahora se evaluarán las consecuencias y la asistencia que recibirán a partir de este fenómeno meteorológico", señalaron desde la Secretaría de Fruticultura.

La tormenta caída en marzo fue uno de los fenómenos meteorológicos que más daño causó durante la pasada cosecha, no solamente por el tamaño de la piedra sino también por el tiempo y la intensidad, lo que terminó perjuicios para los productores.