Lunes 05 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 33 > Cultura y Espectaculos
Regreso a Cannes como protagonista
Martina Gusmán defenderá "Leonera" como productora y actriz

BUENOS AIRES (DPA).- La argentina Martina Gusmán está encantada con la participación en la sección oficial del Festival de Cannes del filme "Leonera", en el que interpreta a una mujer que va a la cárcel en pleno embarazo y trata de criar a su bebé entre rejas.

"Significa el mejor lanzamiento posible y esperable para cualquier película. O sea, ¡la competencia de Cannes! Es como el mejor festival, es la mejor posibilidad para la película", dijo Gusmán en entrevista con la agencia DPA.

Cuando habla de "Leonera", lo hace desde una gran variedad de ángulos: es la protagonista de la película, su productora ejecutiva, y también la esposa de su director, Pablo Trapero.

Cada ángulo es distinto. Nacida en una familia cercana a las artes (su padre es profesor de teatro, y su madre, vestuarista, participa también en "Leonera"), Gusmán estudió teatro durante años, pero sólo debutó en el cine en el cuarto filme de Trapero, "Nacido y Criado" (2006). Ahora, es la estrella de su quinta película (la segunda de Gusmán como actriz), y se prepara para enfrentarse a los focos nada menos que en Cannes.

"Según Pablo, yo no soy consciente para nada. Como estoy tan metida desde la producción... de lo otro voy cayendo más de a poco," admite. "Por ahí para una actriz que nunca fue a un festival es diferente, porque todo es como nuevo".

Gusmán, de 29 años, producía publicidad cuando conoció a Trapero, de 36 años. Él ya había debutado como director de un largo un año antes, con el aclamado "Mundo grúa" (1999), y ella se hizo cargo de la producción de sus próximos filmes -"El Bonaerense" (2002), "Familia rodante" (2004) y "Nacido y criado" (2006)- a través de su productora conjunta, Matanza Cine.

Debido a esta colaboración, Gusmán tiene ya una experiencia considerable en festivales internacionales. Ha estado en Cannes dos veces y otras dos en Venecia, y admite que eso ayuda. "Sabés dónde ir a comer, ¡esas cosas básicas!", dice.

Pero presentar una película y estar por primera vez en la sección oficial de un festival de primer nivel, la mantienen en vilo. "Los festivales tienen como un código. Saber cómo moverte dentro da una sensación de seguridad. Ahora, el resto, con

respecto a la evaluación del público, de la crítica, o los compradores, o todo lo que implica un festival internacional, siempre es el mismo nerviosismo con la película, aunque ésta sea la quinta película de Pablo", advierte.

Y "Leonera" tiene un significado especial para Gusmán, después de lo que define como un rodaje "transformador" para ella y para el resto del equipo. "Es una película superintensa, una película que tiene una temática muy intensa, que es todo este tema de la maternidad y los chicos encerrados en la cárcel", ex plica.

"Y que el desenlace de todo eso, la conjunción de todo esto, termine en un lanzamiento que es la competencia en Cannes, ¡es como increíble!".

¿Esperan algo más, tal vez un premio, ante rivales de la talla de los gigantes Steven Soderbergh, Clint Eastwood y Walter Salles (que también coproduce "Leonera")?

Como era previsible, Gusmán insiste en que está más que contenta con la selección. "Después, obviamente, si hay un premio sería increíble. O sea, ¡más increíble todavía!", ríe.

A Gusmán le divierte imaginarse en un gran festival como actriz, la estrella de un filme en la sección oficial. Y admite que no pensar mucho en ello tal vez sea "un mecanismo de defensa también. Es tanto que prefiero no pensarlo tanto e ir viviendo un poco más el día a día e ir viendo qué me va pasando con eso", señala. "Disfruté muchísimo de hacer "Leonera" y estoy disfrutando mucho cada etapa que voy pasando".

Trapero y Gusmán ya han pasado por muchas etapas en su aventura conjunta. El hijo de ambos, Mateo, tenía apenas 40 días cuando le hicieron la acreditación de Cannes en el 2002. Ahora, con seis años, toma distancia de compromisos ajenos y no irá al festival con mamá y papá. "Él mucho no quiere que le cortemos sus actividades por actividades nuestras," explica Gusmán, en tono comprensivo.

La pareja probablemente lo echará de menos, pero sin duda Trapero y Gusmán van a tener muchos motivos para disfrutar en Francia. "A nivel personal estoy feliz, obviamente: feliz por la película, feliz por Pablo como director, feliz por la productora, feliz por mí como actriz. Como que desde todos lados es todo bueno", reconoció.

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