Lunes 05 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 32 > Cultura y Espectaculos
OPINION: Una comedia que sabe a poco

La talla artística de Héctor Alterio y José Sacristán supera en mucho a la comedia escrita por Samuel Benchetrit, "Dos menos", que sin grandes pretensiones relata con humor ingenuo la aventura insólita de dos hombres al borde de la muerte.

El escenario despojado de la Sala Pablo Neruda se viste con la escenografía de Alberto Negrín sustentada por un juego de paneles que se desplazan y algunos elementos mínimos de utilería, logrando ubicar al espectador en los diferentes lugares donde se desarrolla la acción. Se suma también el diseño de iluminación creado por Jorge Pastorino para definir los distintos y variados ambientes que requiere la obra.

Dos hombres, Alterio y Sacristán, se conocen en la habitación de un hospital donde reciben la noticia de que sus vidas se apagarán en no más de dos semanas. Tal como están, vestidos sólo con el pijama hospitalario, se lanzan a la ruta para comenzar una aventura sin saber adónde, cómo y por qué se van.

Se van sucediendo encuentros inesperados que van modificando sus proyectos y casi sin saberlo van cerrando un círculo que los arroja finalmente al punto de partida donde comenzó la aventura.

Diana Lamas y Claudio Da Passano van creando con buena definición los diferentes personajes con que se encuentran en su odisea.

No cabe duda sobre la calidad actoral de Alterio y Sacristán, quienes conquistan al público desde la primera escena, con la naturalidad y fluidez propias de los grandes actores. Sin embargo el desarrollo simple de la estructura de la pieza no plantea obstáculos que requieran una solución compleja para superarlos. Más que personajes creados, son ellos mismos que vuelven ante el público porteño después de muchos años. Una de las dificultades que pudo notarse fue la pronunciación de Alterio que, probablemente, después de los años de permanencia en Madrid, tuvo que esforzarse para retomar la cadencia del hablar porteño.

Una de las escenas que más se destaca los ubica en un salón de baile donde ambos se disputan la atención de una joven con el pretexto de lograr cierta información y a la que finalmente intentan seducir.

Momentos de humor alternan con otros más conmovedores en los cuales se va develando la vida de los dos hombres, con sus amores, sus fracasos y sus miedos.

En resumen, "Dos menos" es una comedia liviana sostenida por el aporte de dos figuras de indiscutible talento, que se permite desdramatizar el tema de la muerte con cierto humor.

La dirección de Oscar Martínez, tal como lo ha demostrado en otras ocasiones, se apoya en el trabajo actoral y los otros recursos escénicos (escenografía, iluminación y vestuario) lejos de alcanzar protagonismo se ponen al servicio de los intérpretes.

El director procura transitar por el camino más sencillo, ganando la complicidad del público para crear la ilusión de un viaje que hasta se puede suponer que no es más que una travesía interior. (Télam).

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