Una nueva lluvia de cenizas cayó sobre la cordillera de Chubut durante esta madrugada y continuaba en la mañana de hoy producto de la última fumarola del volcán Chaitén, sobre el lado chileno de la cadena montañosa, que se mantiene en actividad desde el viernes, informaron las autoridades.

El intendente de Esquel, Rafael Williams, sostuvo que "nos tendremos que preparar para convivir por un buen tiempo con este fenómeno porque todo indica que esta situación se mantendrá en el tiempo aunque esta última lluvia de partículas es mas leve que las anteriores".

El jefe comunal de la ciudad mas importante del oeste de Chubut, ubicada sobre la cordillera, aclaró además que "no hay problemas con el agua potable para aquellas localidades como nosotros o Trevelín (que queda a 20 kilómetros.) ya que las tomas son subterráneas".

"Los que tienen problemas son las poblaciones dispersas como por ejemplo Nahuelpán o el Percy, lugares a los que se dispondrá de máquinas potabilizadoras portátiles" explicó Williams.

Desde la municipalidad de Esquel se hizo un especial llamado a los automovilistas que circulan por la ciudad, ya que la ceniza es tan volátil que con el paso de los vehículos se levanta una nube que perjudica la visibilidad y la respiración de los transeúntes.

Williams lo graficó indicando que "la ciudad parece cubierta de talco" que se levanta con el paso de los vehículos por lo que se dispuso el riego a través de autobombas de los bomberos, equipamiento propio de la municipalidad y camiones cisterna contratados especialmente.

Las clases fueron suspendidas para el turno mañana y se estima que la misma situación se repetirá por la tarde, aunque desde los ámbitos oficiales se advierte como necesario que el sistema educativo se adapte a esta situación y vuelva la actividad en el aula pues la presencia de cenizas podría extenderse por un mes.

Fuente: Télam