El siglo XXI comenzó con nuevos desafíos para la condición humana. Uno de ellos, tal vez el más importante, es el cambio climático en el planeta, que afecta a todos. Lejos de ser una problemática propia de determinados países o reservada en su discusión a ámbitos académicos, el hecho de afectar a todos requiere de aportes y de la participación de los gobiernos en sus distintos niveles, organismos internacionales, sociedad civil y organizaciones no gubernamentales.
Los efectos del cambio climático son una amenaza real al medio ambiente y la salud, palpables incluso en nuestra realidad regional, la Norpatagonia, que está padeciendo una de las peores sequías de los últimos años. Es un problema complejo que tiene múltiples causas y consecuencias, nos afecta a todos y se retroalimenta de cuestiones como la pobreza, el desarrollo económico y el crecimiento demográfico. Por eso es que se requiere de soluciones complejas para resolverlo, que tengan en cuenta la multicausalidad del fenómeno, las distintas dimensiones que afecta y su doble naturaleza local y global.
El debate se disparó a partir de la Organización Mundial de la Salud, que el pasado 7 de abril celebró el Día Mundial de la Salud bajo la consigna de "proteger la salud contra los efectos negativos del cambio climático".
¿Qué es el cambio y cómo afecta a la salud?
La Convención de las Naciones Unidas sobre el tema lo define como el "cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables".
El cambio climático influye en los determinantes más básicos de la salud, como el aire, el agua y la alimentación. Desastres naturales como olas de calor, inundaciones y sequías producen innumerables muertes y modificaciones en la dinámica de muchas enfermedades. El paludismo, el dengue, el chagas, la malnutrición y las diarreas -por nombrar sólo algunas- son enfermedades transmitidas por vectores muy sensibles a los cambios de temperatura y de pluviosidad.
Algunos indicadores de estos efectos son alarmantes: unas 800.000 personas mueren por año por causas atribuibles a la contaminación del aire, 1.700.000 enferman y 20.000 mueren anualmente por enfermedades transmitidas por insectos y aproximadamente unas 60.000 fallecen por año en desastres naturales.
Si bien el cambio climático nos afecta a todos, sus repercusiones no se distribuyen uniformemente en el mundo. Algunas poblaciones y regiones son más vulnerables que otras. Los grupos con más riesgos incluyen niños menores de 5 años, mujeres embarazadas y en período de lactancia, personas de edad avanzada, poblaciones marginadas rurales y urbanas y comunidades indígenas y grupos de desplazadas.
La vulnerabilidad se incrementa por factores como la pobreza, la inseguridad alimentaria, conflictos y enfermedades.
Qué hacer
La acción humana genera este fenómeno extraordinario, que se añade a la variación climática natural y altera el medio ambiente y las condiciones de vida.
Es también la acción humana la que puede combatir este fenómeno, modificando sus pautas de consumo, producción y cuidado medioambiental, ya sea desde un cambio particular hasta la implementación de políticas públicas desde los distintos niveles del Estado tendientes a estos objetivos.
En su mensaje al mundo en el Día Mundial de la Salud, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la médica cordobesa Mirta Roses Periago, llamó a los gobiernos y líderes de la región a tomar decisiones para empezar a combatir ya el cambio climático y priorizar la salud en las agendas de decisión, vinculadas con la planificación urbana, el transporte, el abastecimiento de energía, la producción y seguridad de alimentos y el aprovechamiento sustentable de la tierra y los recursos hídricos.
Como puede verse, no hay soluciones unívocas al cambio climático y mucho menos unilaterales.
A modo de cierre y como disparador de ideas, consideramos importante mencionar los mensajes clave del Día Mundial de la Salud, según la OMS.
" La salud es una de las esferas más afectadas por el cambio climático. Si las presentes tendencias al calentamiento continúan, deberemos hacer frente a un mayor número de daños, muertes y enfermedades relacionadas con desastres naturales. También aumentarán aquellas transmitidas por alimentos, agua y vectores, y muchas poblaciones en numerosas partes del mundo se verán obligadas a desplazarse por sequías, inundaciones y hambrunas.
" Los pobres serán los más afectados por las repercusiones del cambio climático en la salud. Sus efectos se verán modificados por factores tales como el nivel de desarrollo, pobreza y educación, infraestructura de salud pública, las prácticas de aprovechamiento de la tierra, entre otras cosas.
" Los instrumentos tradicionales de salud pública son agua limpia y saneamiento, alimentos seguros y suficientes, inmunización, vigilancia de la morbilidad y respuesta a ésta, una lucha segura y eficaz contra vectores y la preparación frente a desastres. Es preciso fortalecer estos programas priorizando las poblaciones más vulnerables.
"La acción debe comenzar ya mismo para proteger la salud.
Periago advierte sobre la necesidad de "soluciones políticamente valientes, técnicamente innovadoras y empíricamente eficaces" para combatir este flagelo que nos afecta a todos.
GRACIELA MUÑIZ SAAVEDRA (*)
Especial para "Río Negro"
(*) Diputada del bloque del MPN