Domingo 04 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 35 > Sociedad
La tatarabuela del barrio La Sirena sopló las 100 velitas
Se dio el gusto de estar junto a sus dos hermanos en la fiesta

NEUQUÉN (AN).- La abuela Catalina, una de las fundadoras del barrio La Sirena de Neuquén, sopló ayer las 100 velitas y agradeció la presencia de dos sus hermanos, de 80 y 89 años, los más chiquitos de una prolífica familia.

Catalina Acuña nació en el norte, en la localidad de El Chacay, a unos 15 kilómetros de Andacollo y bajó a Neuquén de muy joven.

Es la abuela querida por todos en el barrio La Sirena, donde es conocida por estar siempre contenta y curar el empacho a todo el mundo.

"Si me habrá curado a mí. Cuando un pibe se golpeaba o se sacaba un hueso, la abuelita se lo acomodaba", contó ayer Nelson Correa, el presidente de la comisión vecinal de La Sirena.

La abuelita de Neuquén fue premiada con una súper torta, media docena de chivitos y tres costillares. todo una fiesta.

La homenajeada tuvo nueve hijos, 69 nietos, 76 bisnietos y tres tataranietos.

"Para mí es mi mamá, me crié con ella. Se va a la cama sola, se levanta a las 5 de la mañana y se prende a tomar mate. A los más cercanos nos identifica a todos, está bien la abuela, aunque para mí, como te decía, es mi mamá", comentó Enrique Acuña, hijo de Juvenal.

Desde hace algunos años, la abuela se moviliza con un andador de aluminio sin ningún problema.

 

Una celebración con todo

 

A las tres de la tarde, todo era fiesta en La Sirena y aún quedaba chivitos del norte neuquino en los asadores que se habían dispuesto para la ocasión.

"Ahora no es como antes que se llenaba de gente, grandes y chicos que venían a que los atiendan. Igual, a los más chiquitos les cura el empacho o los atiende por el mal de ojo. Catalina es un poco la abuela de todo el barrio", cerró Correa en un alto del festejo.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí