| ||
Un festejo, por primera vez | ||
El próximo 16 Maximiliano Peralta, "Maxi", podrá festejar por primera vez su cumpleaños. Es que los años anteriores tuvo que estar en Buenos Aires realizándose los controles obligados en el hospital Italiano. "Compraba el cotillón pero lo terminaba guardando en una bolsa", recordó Ángela, su mamá. Ahora esa bolsa, con las sorpresas acumuladas de los dos cumples anteriores, está colgada en una de las paredes del salón que le alquilan, a la espera de realizar por fin el festejo que Maxi nunca tuvo. El primer regalo, lo recibió hace unos días cuando en el último viaje a Buenos Aires los médicos dijeron que no le quedaron problemas auditivos ni visuales, como se decía inicialmente. Sí le encontraron un retraso de un año en el lenguaje y problemas respiratorios. "A fines del año pasado tuve que internarlo por un ataque de asma", contó Angela. A Maxi "le costó mucho" dejar el respirador. Estuvo 37 días en asistencia respiratoria mecánica, recibiendo oxígeno durante 55 días. "Fue una impresión muy grande cuando lo pude ver por primera vez. Era tan chiquito...", rememora la joven mamá. Como ella estaba internada, recién a los 15 días pudo acercarse a Maxi. Ni siquiera logró tenerlo en brazos porque estaba "todo conectado", en la incubadora. Sólo pudo tocarlo. "No era el embarazo que esperaba. No pude amamantarlo. Maxi no sabe qué es la leche materna. Muchas veces me pregunto: ¿por qué me pasó esto a mí si yo no lo buscaba?", dice Angela a este medio. (AC) | ||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||