Domingo 04 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 42 > Cultura y Espectaculos
LA PEÑA: Partida con poco ruido

No salió en la tapa de los diarios, no le hicieron homenajes, no tuvo recitales para recordar su música, no hubo muestras callejeras ni nada por el estilo. Casi podríamos decir que murió como vivió, con bajo perfil, con humildad, con modestia, con seriedad para hacer las cosas y con respeto por su público, el público del folclore tradicional que sentirá su ausencia.

Y tal vez no era necesaria ninguna estridencia para despedirlo, pero merecía al menos el reconocimiento público de un país que lo escuchó cantar por décadas, porque trascendió las fronteras de Salta para ser hombre del país, porque hay un tiempo en que los personajes del pueblo dejan de ser del pueblo para ser del país. Mercedes Sosa no es de Tucumán, es argentina, Horacio Guarany también lo es del país, como Maradona o tantos ídolos de distintos géneros.

El Chango Nieto, a él me refiero, no tuvo una despedida acorde con lo que fue para el folclore argentino. Integró la selecta lista de consagrados del más tradicional de los estilos, compartió vida, tiempo, escenarios con los mejores, trascendió la Argentina y cultivó un estilo que apenas pudo ser imitado por los ojos cerrados, no por su calidad ni por su interpretación de canciones y zambas, preferidas en su repertorio.

Y vueltas tiene la vida, ¿no? En la última edición de Cosquín, iba a protagonizar el espectáculo "Salta es una fiesta" con Las Voces de Orán, Canto 4 y Melania Pérez, junto al Ballet Camín, pero su enfermedad no se lo permitió y su lugar fue tomado por Juan Carlos Saravia.

Justamente Saravia manifestó en el escenario que el Chango estaba pasando por un momento difícil e hizo que las 8.000 personas que estaban en la plaza le gritaran: "Te queremos Chango, te queremos".

No sé si por casualidad o qué, la fecha de su muerte coincidió con la del nacimiento de una figura inigualable para el género. Nieto falleció el mismo día que Don Atahualpa Yupanqui hubiese cumplido 100 años. Carlos Alberto Nieto, así es su nombre completo, se convirtió en un símbolo de los solistas, pero del rango de grandes como Los Fronterizos, Los Cantores del Alba, Los de Salta, Los Chalchaleros y con todos ellos compartió el furor del folclore en distintos tiempos, como también lo hizo con las nuevas generaciones de esta música que fue renovando protagonistas, pero que siguió a sus ídolos de otras épocas.

El Chango Nieto dio el gran salto en su carrera en el Festival de Cosquín, donde en 1965 recibió el premio revelación. Desde ese año nunca dejó de estar en los primeros planos de la cartelera de cuanto festival de prestigio se realizara, llegó a grabar más de 600 canciones.

Fuera del país, estuvo varias veces con su música en los Estados Unidos y Canadá, además de algunas ciudades de Europa.

Quién no recuerda "Amor de los manzanares" interpretado por él, o "Puerto de Santa Cruz", o tantos otros temas que se convirtieron en clásicos a la hora de sus presentaciones, pero no en los únicos, porque posiblemente fue uno de los famosos del folclore que más temas grabó a lo largo de toda su carrera. En los últimos años hizo algunos temas muy bien logrados, como cuando recién empezaba, con la compañía del Chaqueño Palavecino.

Más allá de los reconocimientos, de las tapas de los diarios, El Chango Nieto se llevó consigo el reconocimiento de miles y miles de argentinos que de pie aplaudieron su música. En definitiva eso es lo que vale.

 

JORGE VERGARA

jvergara@rionegro.com.ar

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