Domingo 04 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 40 y 41 > Cultura y Espectaculos
Iron Man

BERLÍN (DPA) - Los superhéroes suelen ser figuras tímidas en su faceta civil. Superman, Spiderman o Catwoman son más bien modestos en sus vidas privadas, y sólo en su doble vida se dan el gusto de actuar a lo grande. El héroe de cómic "Iron Man", ahora llevado al cine, es de un calibre completamente diferente.

Se trata del comerciante de armas Tony Stark, al que le encanta el lujo y que es como el revés de sus humildes compañeros de aventuras. Robert Downey Junior encarna a este multimillonario que con su traje de acero volador combate a los malvados, mientras que Gwyneth Paltrow es su asistente.

Desde hace diez años, el traslado al cine de las historietas de Marvel está a plena marcha en Hollywood. Filmes sobre personajes como los X-Men o Hulk son una auténtica paleta de efectos especiales.

Con las nuevas animaciones por computadora y criaturas fantásticas se compensa la falta de una trama clara. Lo sobrenatural se presenta en la pantalla en general como un hecho cierto y el camino del héroe como una lucha por la justicia mundial.

En "Iron Man", en cambio, el director Jon Favreau apuesta por algo nuevo, sin abandonar las reglas del espectáculo de acción. Con una pizca de humor presenta al protagonista al principio como una versión pesadillesca del "american dream". Como millonario, tiene todo lo que puede desear a nivel material, y se ha convertido en alguien insoportable. "Hay paz cuando uno tiene un bastón más grande que el otro", afirma durante la presentación de su nueva "colección para la libertad" fabricada por su empresa de armas. Pero luego, su convoy militar es destrozada por terroristas afganos y es hecho prisionero durante meses.

Después de eso, Tony Stark se convierte en una oveja pacifista tras haber sido un lobo de la guerra. El brusco cambio se aborda con mucha ironía, lo que hace que "Iron Man" bordee casi una sátira del cómic en la que se destrozan íconos estadounidenses del estatus como los coches deportivos y las armas.

Pese a todo, frases como "gracias por salvarme la vida" y "esto es lo más genial que he visto nunca" son inevita

bles incluso en películas como "Iron Man". Algo que también se aplica a la representación simplista de los malvados y tontos afganos, frente a los nobles e inteligentes estadounidenses.

Favreau reconoció en entrevista con dpa que esta imagen en blanco y negro responde a la tradición de las películas basadas en cómics. "La gente quiere celebrar al bueno, que derrota al malo", afirma el director, que participó como actor en las filmaciones de "Batman y Robin" y "Daredevil".

En su opinión, el éxito de las películas basadas en historietas tiene mucho que ver con el 11 de setiembre. Las soluciones simples y arquetípicas de los cómics son una especie de refugio para los espectadores, frente a su vida diaria cada vez más compleja.

Las revistas originales de "Iron Man" surgieron en los años '60 y transcurren en parte en Vietnam. Que el escenario sea ahora Afganistán no es ninguna toma de posición política, subraya Favreau.

Ya está prevista una segunda entrega de la saga, en la que "Iron Man" (Downey Junior) y su asistente "Pepper Potts" (Paltrow) tendrán un acercamiento. Durante el rodaje ambos se besaron, pero el beso fue eliminado en la edición final de la película. "Queríamos mantener la tensión entre ambos", según Favreau. "Es como al desenvolver un regalo de Navidad: después, la tensión desaparece".

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