SANTA CRUZ, Bolivia (Télam, enviado especial).- Para el ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, el líder opositor cruceño Branko Marinkovic es "un usurpador de tierras" guaraníes que no busca la negociación sino "voltear al presidente" Evo Morales, aunque reconoció que el oficialismo cometió el error inicial de oponerse a las autonomías.
Por el contrario, según el principal ministro del gabinete boliviano, "el gobierno está dispuesto a flexibilizar el original referendo 'dirimitorio' (sobre la extensión del latifundio legal) para incorporar aquellos temas que la oposición crea que deben ser introducidos en la nueva Constitución".
En una entrevista exclusiva, Quintana destacó que "ante el bloqueo político" opositor, esa es la propuesta que se le formuló al secretario político de la OEA, el ex canciller argentino Dante Caputo. Sobre el empresario aceitero y hacendado opositor Marinkovic, dijo que "es uno de los líderes más radicales que trata de convertir a Santa Cruz en un Estado independiente, básicamente para evadir personalmente a la justicia". "Porque es uno de los mayores evasores de impuestos -le debe al Estado unos 20 millones de bolivianos (casi 3 millones de dólares)-, es un gran depredador del medio ambiente y un personaje que acumuló ilegalmente tierras usurpándolas al pueblo
guaraní", disparó el ministro.
Según Quintana, el líder cívico cruceño "cree que el país debe someterse a un modelo de desarrollo dominado por el libre mercado. Es un representante genuino de una lógica darwinista del poder político. Es decir, en el mercado deben sobrevivir los más fuertes y los más débiles extinguirse".
Por otra parte, reconoció que "sí hay una autocrítica" del oficialismo por el llamado a votar "No" a las autonomías el 2 de julio de 2006, en un plebiscito que se ganó a nivel nacional, pero dejó esa bandera a la oposición, que se impuso en los cuatro departamentos (provincias) de la llamada "media luna": Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.
No pusimos "en el primer renglón el tema de la autonomía como un elemento fundamental para la reconstrucción del poder político y territorial del país", admitió el ministro. "Si quieren genuinamente la autonomía, lo que les queda es negociar con el gobierno. Pero si siguen obstinados en voltear a Evo irán por el otro camino, al que se suma Estados Unidos", alertó.