BUENOS AIRES (Télam).- El actor chileno Benjamín Vicuña, uno de los actores más cotizados de su país, se destaca en la novela "Don Juan y su bella dama" (Telefé), donde disfruta interpretar a un personaje "controversial, que por un lado es posesivo, celoso, castrador, cínico y mentiroso y por el otro es tremendamente dulce, cariñoso y familiar. Esa contradicción me gusta, es un personaje con matices, no es un villano, tampoco es el héroe. Es como la gente en la calle, que está llena de contradicciones, de dudas, de miedos y eso hace que sea interesante", dijo.
El intérprete, quien en la Argentina comenzó a ser conocido como el marido de Carolina "Pampita" Ardohain, apuntó que el Franco que le toca en la exitosa tira "es un obsesivo del amor no correspondido por el personaje de Romina Gaetani y obsesivo por llegar a un estatus social, a conquistarlo como sea aún a través de actos ilícitos".
-¿Podría pensarse que tu personaje hace todo por amor?
-Él está enamoradísimo y quiere a toda costa retener a esa mujer y a esa familia que él construyó junto a su hijo, que se lo trajo desde Chile en extrañas condiciones hace siete años. Él le dice a todo el mundo que es viudo pero parece que hay sorpresas.
-¿Cómo te sienta el género de la telenovela?
-Lo había hecho en Chile pero hace cuatro años, así que tuve que recuperar el training de la tira diaria que es una disciplina muy exigente en cuanto a ritmo, desgaste mental, físico y psicológico, más en un elenco reducido como este.
-¿Cómo repercute lo mediático en tu vida cotidiana?
-Estoy concentrado en mi trabajo, el resto son factores con los que hay que lidiar, pero en general bien, todo se está acomodando, y quiero canalizar todo por mi trabajo que es lo que más quiero que se conozca de mí.
-La intención es quedarse en la Argentina?
-No me planteo mucho el futuro laboral, estoy viviendo contento con este lugar y sólo pienso en un futuro cercano.Tuve que viajar cuatro veces a Chile por el lanzamiento de "Huaquiman y Tolosa" (una versión de chilena de la comedia que aquí se llamó "Mosca & Smith"). También soy embajador de Unicef, y fui para una acción puntual.
-¿Te costó adaptarte?
-Estoy aclimatándome y tratando de sintonizarme. Lo más importante es que descubrí un equipo y un elenco muy cálido que me han hecho sentirme en mi casa.
-¿Cómo comienza tu relación laboral con la Argentina?
-El tema del trabajo acá fue una historia de desencuentros que venía desde el 2004. Hasta el momento, sólo había podido concretar el piloto de "LaLola", pero justo cuando se iba a hacer tuve que viajar a España para actuar en la película "Fuera de carta". Además participé en coproducciones locales, como "La fuga", con Gastón Pauls. Con mi productora estamos grabando 12 capítulos de "Humanos en el camino", que conduce Gonzalo Valenzuela, mi socio. Me siento feliz de lo generoso que se ha portado la Argentina conmigo.