La dueña de uno de los prostíbulos más famoso de EE. UU., Deborah Jeane Palfrey, fue encontrada muerta ayer en la casa donde vivía junto a su madre. La "madama" de Washington estaba a un paso de ir a la cárcel luego de que un tribunal federal la encontró culpable de varios delitos graves.

La mujer, de 52 años, fue hallada ahorcada por su madre en la casa que compartían, a unos 30 kilómetros al noroeste de la ciudad de Tampa. Según la Policía, la mujer dejó por lo menos dos notas explicando sus motivos para quitarse la vida, y otros escritos dirigidos a sus familiares.

Según las primeras pericias, Palfrey murió al colgarse con una cuerda de naylon que ató al techo de un establo. Su madre, sin embargo, dijo que no tenía idea que su hija tenía pensado suicidarse.

El 15 de abril, la "madama" fue hallada culpable de dirigir un servicio de prostitución que daba servicio a integrantes de la elite política de Washington, entre ellos el senador republicano David Vitter, un colaborador de alto rango del Banco Mundial y varios dirigentes de fondos monetarios internacionales y de la agencia espacial estadounidense NASA.

Además, la culparon de lavado de dinero, de utilizar el correo para propósitos ilegales y de estar involucrada en el crimen organizado.

Desde el comienzo del juicio, Palfrey negó que su servicio estuviera mezclado con la prostitución, y señaló que si algunas de las mujeres tuvieron relaciones sexuales a cambio de dinero, lo hicieron sin que ella se enterara. Para intentar probar su "inocencia", llegó a revelar los datos de sus clientes en algunos medios.

Uno de ellos incluso tuvo que renunciar en medio del escándalo. Se trata del entonces jefe de la Agencia para el Desarrollo Internacional del Departamento de Estado, Randall Tobias, quien dijo que llamaba al servicio "para que vinieran chicas a mi departamento a hacerme unos masajes".

Palfrey estaba libre, a la espera de que le dictaran sentencia en una audiencia programada para el 24 de julio.

Conocida como "D.C. Madam", se hubiera visto obligada a cumplir con una condena de hasta seis años de prisión, según informaron medios estadounidenses (DPA/Agencias)