Sábado 03 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 52 > Cultura y Espectaculos
"Cineamano", el arte de dibujar historias efímeras

NEUQUÉN (AN).- La forma es novedosa: un retroproyector, una pantalla gigante, arena y acetatos que hacen de lienzo para pintar. Pero no es del todo seguro poder transmitir las virtudes de "Cineamano" con la palabra. Es uno de esos espectáculos que hay que verlos para captar todo su encanto y originalidad. Aún cuando se conocen detalles en fotos, es curiosamente el vivo lo que permite percibir la novedad y alta calidad artística de esta propuesta.

Las historias aparecen y se deshacen en cuadros de cuatro minutos, tres minutos, o solo algunos segundos. Historias efímeras de amor, de paisajes, del campo, de la ciudad, de trabajadores. Son como microrrelatos inspirados en letras de canciones muy mexicanas, ellas suenan en simultáneo (algunas al estilo Alejandro Filio) y empujan los trazos precisos de la mano que les da vida.

"Cineamano" (animación casera) es casi un símbolo de la creatividad del colectivo titiritero El Ojo, ese que tiene identidad mestiza, mezcla de talento mexicano y argentino, y que aquí se puede ver de la mano de Julieta Tabbush. Esta neuquina talentosa, artista plástica y titiritera, que sorprendió ya otras veces y vuelve al ruedo hoy, a las 22, en La Caja Mágica de Cipolletti.

El espectáculo de Tabbush es en cierta forma multifacético: toma elementos del cine, el teatro y la pintura para crear imágenes. Las historias cantadas logran emocionar y en algunos casos hasta empujan a la reflexión. ¿Cómo no hacerlo cuando se dibuja en tiempo real el rostro de los excluidos, de esa gente que vive en los márgenes sin techo ni trabajo?

Tabbush está dispuesta a poner sus manos (¡dedos como pinceles!) y transmitir la realidad de los que no tienen. Pero también, como un bálsamo bello y esperanzador, pinta las olas del mar. O un fugaz y sensual encuentro entre dos, un hombre y una mujer amándose. Así las disímiles historias mínimas van pasando como pinturas perecederas.

A los 34 años Tabbush dejó el suelo azteca y se perfila como una artista que se las trae por la región. Se quedará por un tiempo. Tiene ganas de generar cosas aquí, entre tantas otras, formar un colectivo cineamanero. Como una especie de movimiento de artistas interesados en pintar en vivo cuadros súper sintéticos y hacerlos dialogar con la canción. Ella en Neuquén y su amigo titiritero el "Pío" en México (la otra pata intelectual de "Cineamano"), sorprenden en cada presentación. Atraen además porque los cuadros no se repiten, lo que acentúa aún más su sello de singularidad.

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