NEUQUÉN (AN).- Agitada jornada de trabajo tuvo el personal de bomberos que debió apagar cuatro incendios en pocas horas, tres de ellos en viviendas que sufrieron sendos daños pero por suerte no hubo que lamentar heridos.
El primero se produjo en el mediodía del primero de mayo en una vivienda de la toma Nueva Esperanza por motivos no establecidos aunque se sospecha de alguna conexión eléctrica ilegal. Hasta el lugar se allegó personal del cuartel 6 de bomberos que logró sofocar las llamas que provocaron daños parciales en el sector de dormitorios de la humilde residencia.
El otro hecho se produjo a las 20 en la red domiciliaria de energía por un calentamiento de los cables de acuerdo a las explicaciones que brindó personal de bomberos. El foco de incendio fue sofocado rápidamente por personal del cuartel Central.
A las 23.45 nuevamente y por aviso de los vecinos, los bomberos debieron concurrir a un domicilio particular, donde no había nadie, ubicado en la intersección de Saturnino Torres y Chocón. Allí, el fuego se inició en una habitación de seis por cuatro metros producto de la imprudencia de los integrantes de la familia que habían puesto a secar ropa encima de un calefactor. Esto terminó desatando las llamas que no afectaron al resto de la casa aunque en la habitación los daños fueron totales.
Ocho horas después, los bomberos debieron volver a la misma vivienda porque las llamas se reavivaron. Debido a que se trata de una edificación de material de primera se hacen peritajes tratando de determinar los motivos que llevaron a que resurgiera el fuego por lo que se sospecha de cierta intencionalidad.
En tanto, a las 4.30 de la madrugada, efectivos del cuartel 6 asistieron hasta una casilla ubicada en la toma 26 de agosto, manzana B lote 15, que ardió completamente.
La construcción de madera, devastada por las llamas, era de tres por tres metros y en su interior no se encontraba nadie.
"A prima facie el hecho se desató por un corto circuito accidental producto de una conexión eléctrica irregular", informó el subcomisario Juan Carlos Villar desde la comisaría 18 que prestó colaboración en el lugar.
La versión policial habla de que un chispazo habría sido el desencadenante de las llamas por lo que personal de bomberos averigua los motivos del mismo. Al cierre de esta edición, ninguna persona se había allegado hasta la comisaría 18 por la perdida de su vivienda por lo que se desconoce quién la habitaba.