Millones de personas desfilaron en todo el mundo en reclamo de mejores sueldos para enfrentar el encarecimiento de la vida y la actual crisis alimentaria mundial, en un Día del Trabajador sin grandes incidentes aunque no exento de algunos actos que degeneraron en disturbios. En
Estambul, la principal ciudad turca, graves enfrentamientos entre fuerzas del orden y manifestantes dejaron ocho heridos y más de medio millar de detenidos.
También en varias ciudades alemanas las manifestaciones degeneraron en disturbios protagonizados por simpatizantes de extrema izquierda saldados con varios heridos, según la policía, que no precisó cifras.
Pero en gran parte del mundo los actos se desarrollaron sin incidentes y centrados en las reivindicaciones salariales para afrontar el alza de los precios de los alimentos.
Más de dos millones de rusos, según cifras oficiales, reclamaron más poder adquisitivo y denunciaron una galopante inflación. En París, después de cuatro años los dos principales sindicatos franceses, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la
Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) volvieron a manifestarse unidos. Escenas similares se dieron en las principales ciudades españolas, pese a los atentados de ETA (ver pág 27)
En Colombia también reclamaron mejores salarios, pero el énfasis estuvo en la seguridad de los líderes sindicales, 24 de los cuales fueron asesinados este año. También la seguridad estuvo presente en los reclamos de italianos y marroquíes: cada año 1.300 personas mueren en Italia en accidentes laborales, mientras que en Marruecos las malas condiciones de trabajo quedaron en evidencia con el incendio de una fábrica el pasado fin de semana que se cobró la vida de 55 empleados.
Los venezolanos participaron en sendos actos, oficialista y de oposición, un día después de que el presidente Hugo Chávez aumentara 30% el salario mínimo y los sueldos de la administración pública. Los paraguayos tuvieron al fla
mante presidente electo, Fernando Lugo, al frente del acto por el Día del Trabajador convocado por la Coordinadora de Centrales Sindicales del Paraguay (CCSPy) en Asunción. "Terminó la exclusión en Paraguay, terminaron las persecuciones", exclamó el obispo católico suspendido, que prometió generar empleo cuando asuma la presidencia el 15 de agosto. Mientras en Ecuador festejaron la prohibición aprobada por la Asamblea Constituyente de contrataciones laborales a través de terceros, cientos de peruanos marcharon en romería al cementerio para recordar a sus trabajadores mártires.
(AFP)