Regatas Corrientes consiguió ayer a la madrugada su máxima conquista al ganar la Liga Sudamericana de básquet en el quinto y decisivo partido a Flamengo, de Brasil, por 73-65.
El campeón olímpico Alejandro Montecchia, uno de los pilares del conjunto correntino, fue quien alzó la copa de cristal ante el delirio de los aficionados que colmaron el "Estadio de los Sueños". Más que un gran partido fue un encuentro propio de una final reñida, con condimentos de fricción en los partidos que se dieron tanto en Corrientes como en el Maracanazinho carioca.
Esta vez no fue menos, antes del final del segundo cuarto hubo tumultos por nuevos choques verbales entre el público local y un grupo de jugadores brasileños.
Montecchia y Ramzee Stanton fueron los sostenedores de Regatas en el último partido con 14 puntos cada uno. En cambio, Flamengo, que complicó al menos dos veces a los locales, tuvo a su gran figura en Marcelinho, que marcó 35 tantos, más de la mitad de los puntos del visitante.
Lo curioso de esta consagración es que Regatas fue el convidado de piedra de esta Liga Sudamericana pues accedió por la baja que dejó Peñarol de Mar del Plata. Tras algo más de dos años en la categoría mayor nacional, consiguió en la liga continental su máximo galardón.
El mejor base e integrante del equipo ideal de la Liga Nacional, Javier Martínez, sintetizó lo que significa el logro: "La alegría supera todo. Hoy uno quiere decir muchas cosas y acordarse de todos, pero las palabras no alcanzan. Lo importante es que para la temporada que viene el club y la bandera argentina se van a seguir mostrando en las competencias internacionales. Ahora somos campeones y lo vamos a disfrutar. Particularmente tengo mucha amargura por la eliminación de la Liga, porque creo que las semifinales se quedaron sin el equipo que mejor Básquet jugó", sentenció.